Cap 24: El fin justifica los medios

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Se desplazó hasta la clínica veterinaria con dificultad y llamó a la puerta de forma nerviosa, en vano, parecía que Deaton no estaba allí aunque en esas circunstancias ese pequeño detalle no iba a detenerla, entró por la fuerza dando un golpe a la puerta y abriéndola de golpe.

-Bastaba con esperar un par de segundos más fuera...-dijo el veterinario con expresión seria, aquello no le había hecho ninguna gracia- La gente tarda en dirigirse hacia la puerta cuando está en la otra punta de la habitación

-Lo siento...-con un hilo de voz, estaba a punto de caer al suelo cuando Deaton la recogió pasando uno de sus brazos alrededor de su cuello-Siento que casi todas nuestras visitas sean de este tipo, Deaton

-No importa, estoy aquí para eso- llevándola hasta su mesa y ayudándole a subir a ella, soltó un pequeño gemido y se sentó agarrándose al borde-.

Su móvil se iluminó por un momento, Derek le estaba llamando y no estaba de humor para contestarle. Mientras, el veterinario buscaba entre los cajones el material adecuado: gasas, varios artilugios metálicos y una venda en rollo; Los colocó en la mesa y dijo que se tumbara para que pudiera examinarla tranquilamente.

-¿Qué ha pasado? -preguntó limpiando las heridas-.

- Cuando nos dirigimos a la comisaría donde fueron asesinados los policías Ethan descubrió que Kanima mataba siguiendo un patrón-entre quejidos-Queríamos... queríamos ir al edifico que se señalaba pensando que quizá ese monstruo estaría allí esperándonos, pero, lo único que nos encontramos fue una emboscada.

Tiró las gasas a la basura y cogió uno de los artilugios metálicos que tan mala espina le daban.

-Ahora... intenta no moverte ¿vale? Va a hacerte daño pero necesito que te quedes lo más quieta que puedas- ella asintió-.

De nuevo su móvil se iluminó y Deaton dirigió la mirada hacia él esperando a que Amber dijese algo, sin embargo, permaneció callada.

-Parece que Derek te está buscando...-inquirió hundiendo las pinzas del instrumento en la herida, ella solo hizo una mueca de dolor y soltó un pequeño gruñido al notar como salía la bala de su hombro-Ya está. La curación no tardará en empezar y el disparo de la espalda ha sido limpio, así que...

Amber se incorporó, reclinandose en el borde de la mesa y sujetándose con fuerza, aún podía notar la habitación dando vueltas.

-¿Vas a decirme que te pasa?

Suspiró, tenía intención  de hablar cuando su teléfono comenzó a sonar de nuevo. En un rápido impulso lo recogió de golpe, sintiendo como la rabia hacía que sus manos temblaran.

-¿¡QUÉ!?-replicó de mala manera-.

-¿Dónde estás?-preguntó Ethan, parecía nervioso-Tienes que volver

-No voy a hacerlo y de paso dile a Derek que deje de llamar porque no voy a contestarle

-JODER, AMBER.  ¿NO LO PILLAS? TIENES QUE VENIR AHORA MISMO-gritó empezando a desesperarse- Si no  fuera importante no te llamaría ¿vale? Te lo digo en serio, date prisa o esto va a acabar muy mal

-¿Qué es lo que pasa ahora?-protestó saliendo a la sala de recepción y cerrando la puerta detrás de sí-.

-¡Ha vuelto! Seleena está en el loft

Por un segundo las palabras no eran capaz de salir de su garganta, se había quedado helada al teléfono. Si antes todo estaba mal con Derek, ahora estaba más que claro que todo se había acabado, acababa de dar con el final del camino y esta vez no había  forma de encontrar una solución.

Cuestión de instinto (Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora