Cap 11: Abominación

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-Si no has sido tú, entonces ¿quién?

-¡No lo sé! Por eso estoy aquí. Por la noche tuve una pelea con mi padre y huí de casa, él me siguió con el coche hasta unos callejones y cuando regresé encontré la puerta de su coche arrancada de cuajo en la acera y lo que quedaba de él dentro de un coche ensangrentado-explicó con respiración entrecortada-Sé lo que parece pero no fui yo

-¿Estás seguro de eso?-replicó colocándose delante de él con expresión rígida- ¿O simplemente no lo recuerdas? Porque hay una gran diferencia entre saberlo seguro y no recordar haberlo hecho

-YO NO HE MATADO A MI PADRE-repitió apretando los dientes-.

La situación entre los dos parecía que se había vuelto más tensa de lo que debería, se miraban con ferocidad, como si quisieran atravesarse el uno al otro.

-Isaac tiene razón-soltó Amber a su espalda, ambos le miraron confundidos- Cuando regresé Deaton y Ethan me hablaron de que "algo" había llegado a la ciudad y según tengo entendido desde entonces han estado apareciendo cuerpos. El padre de Isaac no es el primero y tampoco tiene pinta de que vaya a ser el último-dirigiendo la mirada hacia Isaac, él se lo agradeció de la misma forma-.

-¿Lo sabe alguien más?-preguntó Derek de forma más relajada volviendo a clavar su vista en él- ¿Alguien te ha visto venir aquí?

-No-dijo negando con la cabeza- Vosotros dos sois los únicos a quienes se lo he contado.

-No pasará mucho tiempo hasta que toda la ciudad se entere y la policía encuentre el cuerpo- empezando a caminar hacia la puerta- ¿Dónde está su coche?

-Cerca del cruce Rosewood con Mountry Hill- explicó yendo detrás de él-.

-No, quédate aquí. En este caso cuanto más alejado estés de la escena del crimen y de la policía mucho mejor para todos

-¿Y vas a dejarme aquí solo y aburrido mientras tú y tu novia investigáis?-ironizó cruzándose de brazos- ¿no se supone que ella está muerta?

-¿Quien ha dicho que vayas a estar solo?-respondió cerrando la puerta y empujando a Amber dentro- Vigilarás que no se mueve de aquí

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"Nuevo mensaje"

Ethan: Hace cinco minutos han llamado a mi padre de la comisaría, ha habido otro homicidio en el cruce de la veintitrés y le he oído convocar a tres unidades de policía y una ambulancia. Va a decretar un toque de queda y ha puesto a un guardia en la puerta de mi casa. No puedo salir.

Scott: No hay problema. ¿Sabes quién ha sido esta vez?

Ethan: Arthur Lahey... -hizo una pausa- es el padre de Isaac

Scott: ¿Piensas que Isaac tiene algo que ver con esto?

Ethan: A estas alturas yo ya no hago hipótesis, acuso directamente. Por favor, no es extraño pensar que fue él, Isaac ahora pertenece a la manada de Derek, pudo descontrolarse y matar a su padre perfectamente cuando hubo luna llena hace un par de días. Después de todo sería lo más normal que podría haber sucedido en todos estos meses...

Scott metió el móvil en su bolsillo y suspiró, a veces pertenecer a ese tipo de mundo le superaba.

Después de comprobar que su madre aún no había llegado salió de casa sin ser visto y no tardó mucho tiempo en llegar a la zona. Ésta estaba rodeada por un cordón policial y un grupo de agentes vigilando el perímetro mientras el forense hacía fotos del coche y de la escena del crimen, se paseó por los tejados sin apartar la vista.

Richard se acercó al coche poniéndose una mano en la nuca. Estaba realmente agobiado y parecía que no sabía ni que pensar al respecto.

Desde un punto de vista aéreo no había nada que le llamase especialmente la atención así que decidió volver a la planta calle e investigar por allí, puede que lo que hubiese sido invisible para los ojos de los policías no se le escapase a un hombre lobo.

Podía sentir un olor extraño, no sabía exactamente de qué se trataba pero estaba seguro de que aquella esencia no correspondía a alguien humano.

Saltó del edificio como si nada, aterrizando de forma perfecta sobre la acera al ver algo que relucía tenuemente sobre el suelo, se acuclilló y lo observó con detenimiento. Era un líquido más o menos trasparente y parecía muy pegajoso por lo que no quiso examinarlo más de cerca, volvió a levantarse, percatándose así de que el rastro seguía hasta llegar debajo de una autopista.

Permaneció en silencio y giró la cabeza a su alrededor, no había nada más pero ese extraño olor seguía impregnando el lugar incluso con más intensidad.

Scott: He encontrado algo

Escuchó algo que se movía a su espalda e instantáneamente se dio la vuelta para ver de qué se trataba.

No pudo verlo claramente pero sabía que no estaba solo y eso era más que suficiente, sus garras salieron de sus manos y sus ojos se tiñeron de ese llamativo y brillante color dorado. Se dirigió hacia el lugar donde había oído aquel sonido sin hacer el menor ruido.

Su respiración era entrecortada, brusca y desprendía pequeñas nubes de vaho, se colocó debajo de unos arcos de piedra, preparado para actuar en el momento que tuviera que hacerlo y de repente, una sombra cayó detrás de él lanzándolo de golpe contra una de las paredes.

Cayó al suelo soltando un pequeño gemido y trató de levantarse de nuevo emitiendo un fuerte rugido al mismo tiempo que la extraña criatura se disponía a atacarle de nuevo.

Esquivó sus golpes tan rápido como pudo, agachándose, saltando y contraatacando pero a pesar de todo en un último golpe consiguió hacerle un fino corte en su nuca, tocó la parte posterior de su cuello y observó la sangre en su mano

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Esquivó sus golpes tan rápido como pudo, agachándose, saltando y contraatacando pero a pesar de todo en un último golpe consiguió hacerle un fino corte en su nuca, tocó la parte posterior de su cuello y observó la sangre en su mano.

La vista comenzó a emborronarse y sus músculos se negaban a responder, imposibilitándole seguir manteniéndose en pie. Sus rodillas fueron las primeras en fallar, haciendo que quedase sobre ellas. Y en el momento en que esa cosa iba a atacarle de nuevo, Derek bajó de las alturas emitiendo un gran rugido y llamando su atención.

La criatura arremetió contra él con todas sus fuerzas con sus garras, ninguno de los dos tenía intención de dejarse vencer con facilidad, pues ambos se habían sumergido en una feroz lucha.

En una ocasión Derek no prestó demasiada atención y fue empujado contra una de las paredes provocando que esta se agrietase y su contrincante clavase sus afiladas garras en la zona izquierda de su pecho, justo sobre su corazón.

-¡DEREK!-gritó Scott desde lo lejos-.

Derek intentó quitárselo de encima pero la criatura siguió presionando su pecho hasta llegar al punto de escuchar un sonoro crujido, instantáneamente un fuerte alarido de dolor salió de su boca.

Una cuarta figura apareció detrás de esa cosa, hundiendo una de sus zarpas en su columna y la otra en su cuello.

Era Amber.

-Aléjate de él...-replicó entre dientes iluminando sus ojos y lanzandola un par de metros a su derecha-¿Estás bien?

-¿Qué... estás haciendo aquí?-consiguió decir entre bocanada y bocanada-.

-Demostrar dos cosas: La primera, que Isaac es un malísimo guardaespaldas y la segunda-tendiéndole la mano- que si tienes ayuda, por poca que sea, no tienes que cargar con todo el trabajo tu solo.

Cuestión de instinto (Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora