Capítulo 29

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Una semana. Una semana había pasado desde que Grace se había ido a Australia y desde que terminé con Nicholas. Todo paso tan rápido y tan de golpe que aún me tiene descolocada. Extraño muchísimo a Grace. Tener a mi mejor amiga en el otro lado del mundo iba a ser muy difícil, no creo que llegue a acostumbrarme. Y lo peor de todo, es que tengo que admitirlo, extraño mucho a Nicholas.

Estoy muy dolida. Es increíble el cuanto te puede afectar el dejar de estar con alguien a quien amabas, porque yo realmente amaba a Nicholas. Ahora me doy cuenta que el estar con él, aunque el realmente no me amaba, me enseñó muchas cosas. Me enseño en que las palabras realmente no significan nada, y que el amor te ciega y hace que confíes demasiado en la otra persona sin saber realmente como esta es. Aun así, no me arrepiento de nada, porque al fin y al cabo él fue parte de mi vida cinco meses y me hizo muy feliz. Pero por algo pasan las cosas, y espero que él sea feliz con Emma.


Terminé de cambiarme y bajé a desayunar. Hoy era lunes y me esperaba otra larga semana de clases. Al llegar a la cocina solo se encontraban mis hermanos y mi mamá, mi papá había salido de viaje y volvía en una semana.

-Hola -dije con una sonrisa, mientras besaba la mejilla de mis hermanos y de mi mamá.

-Hola linda -dijo mamá con una sonrisa mientras tomaba de su café.

-Hola Anna -dijeron los gemelos con una sonrisa.

Les devolví la sonrisa y me senté para desayunar. Comimos entre risas y charlas, hasta que tuvimos que ir al colegio. Me despedí de mi mamá y mis hermanos y salí de mi casa con las llaves de mi Mini Cooper. Subí a mi auto, prendí la radio a todo volumen y junto al sonido de Coldplay partí en dirección a la casa de Abby.


No tardé mucho en llegar, así que sin perder el tiempo, bajé de mi auto y fui a tocar a su puerta y esperé a que me abra. Minutos después, ella salió con una sonrisa.

-Hola amiga -dijo mientras me abrazaba y cerraba la puerta de su casa.

-Hola -respondí con una sonrisa mientras nos dirigíamos a mi auto.

Abby es una de las pocas personas que desde lo que pasó solo intenta animarme y no me presiona a decirle como me siento respecto al tema. Mis hermanos también tratan de hacerme sentirme mejor, pero se pasan todo el día hablando de Nicholas y diciendo que van a matarlo cuando lo vean. Yo solo me río y los ignoro, aunque sé que serían capaces de hacerlo.

Al entrar a mi auto, subimos el volumen de la radio y emprendimos el camino al colegio.


-Nos graduamos en tres meses, puedes creerlo Anna? -dijo Abby con una sonrisa mientras nos dirigíamos a nuestros casilleros.

-Estoy muy emocionada -respondí igual de emocionada que ella mientras sacaba los libros de mis primeras clases.

-Yo también. Falta muy poco, todavía no me lo creo -dijo Abby mientras cerrábamos nuestros casilleros y nos dirigíamos a nuestra primera clase.

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