Era un hecho, con el Vicho habíamos vuelto. Borré todas las conversaciones con el Santiago, pero no podía borrar lo que habíamos hecho. Cagué a mi pololo, eso no lo podía borrar ni con corrector.
─Tení que decírselo ─insistió la Feña─. En persona, obvio.
─Sería muy cruel...
─El Santiago sabía que estabai enganchá del Vicho, no se puede hacer el ofendío ahora.
─Igual es cruel.
─ ¿No será que... te gustó en serio el Santi?
─O sea... es mino. El medio mino. Es simpático, tierno y todo. Pero yo sé que amo al Vicho, ¿cachai? Lo siento aquí ─me toqué en zoncora.
─Sí, cacho.
─Y no puedo contarle al Vicho que lo cagué. No quiero perderlo.
─Hay 1 % de probabilidad de que te perdone la infidelidad.
─Por lo mismo, me llevaré el secreto a la tumba.
─A menos que alguien le cuente...
─ ¡Ni se te ocurra!
─ ¡No lo digo por mí, enferma! ¡Nunca te traicionaría! Lo digo por ese tal Maximiliano...
─El Maxi no sabe que me comí al Santi.
─ ¿No? ─preguntó con una sonrisa.
Negué con la cabeza mordiéndome una uña.
─ ¡Eso significa que yo soy tu mejor amiga por sobre él! ─me abrazó.
─Los dos son mis mejores amigos por igual, corta tu hueá.
─ ¿Entonces por qué no le contaste?
─Porque me da cosa.
─No le contí. Tómalo como consejo.
\\
Otro día de zumba y yo quería puro ir, porque aunque no lo crean, lo pasaba bien bailando un rato, pero no quería ver al Santiago.
─ ¿Dónde más hacen zumba por aquí? ─le pregunté a mi hermana.
─ ¿Por qué?
─No quiero ver más al profe.
─ ¿El Vicho te pilló?
─No sabe.
─Uh... Tení más vida amorosa que yo, pendex.
─ ¿Sabí dónde hacen o no?
─Anda donde siempre nomás, hueón. ¿Qué tanto?
─No quiero po.
─Entonces no vayai po.
─Chúpalo.
Me hizo un hoyúo, así que salí de su pieza y fui pa' la casa de la Feña.
─ ¿Querí bebía? ─me ofreció.
─No, grax.
─Weno. Dime qué te acongoja.
─ ¿Dónde más hacen zumba por acá?
─Mmm... En una cancha penca. Donde vive tu compañero lindo, pero nica voy pa' allá. Nos puede ver tu compañero y no, qué plancha.
─ ¿Dónde más?
─En una sede, pero tendríamos que ir en micro. Y no sé dónde más.
─Pucha...
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Andai puro zumbando
Romance¿Quién chucha iba a imaginar cómo era realmente el rico profe de zumba?