Llegó el jueves. Cinco días sin él, sin saber nada de él. Tenía que aceptar que mi pololeo con el Vicente era nomás, ya que seguramente él andaba con una brasileña regia pasándolo de pana. Deja de pensar hueás que te hacen mal, Clara.
Otra vez fuimos a zumba con la Feña. Ella había averiguado lo del campamento, pero yo le iba a preguntar al Santiago pa' hablarle de nuevo. *Inserten muchos emojis con ojos de corazón*.
Llegamos a la cancha y otra vez faltaban las viejas impuntuales. Nosotras llegamos cinco minutos antes pa' hablar con el Santiago sobre el campamento.
Lo saludamos con un beso en la mejilla y un hola. Le pagamos las dos lucas y le preguntamos la hueá.
─ Oye, ¿nos podí explicar sobre el campamento? ─le pregunté care palo, a pesar de que estaba ocupao conectando su notebook con los parlantes.
─ ¿No lo vieron en Facebook?
─Es que no sabemos cómo te llamai en Facebook ─le mintió la Feña.
Esta hueona tenía que ser de la PDI. Encontró el Facebook del profe en cinco minutos, sabiendo solamente que se llamaba Santiago.
─Santiago ZF Echeverría. A ver, esperen ─se paró y sacó su celular del bolsillo─. ¿Clara y Fernanda cuánto?
Le dimos nuestros nombres de Facebook y él nos mandó solicitud.
─Por Facebook les explico mejor porque ya va a empezar la clase. O al final de la clase se quedan unos minutitos.
─Dale ─le respondí.
Nos fuimos pa' atrás enteras emocionás.
─ ¡Conchetumare! ─le dije a mi amiga.
─ ¡Nos agregó, hueona! Me desmayo de amor ─ella puso la mano en su frente e hizo como si se desmayara.
─ ¿Nos quedamos después de la clase pa' que nos explique?
─ ¡Obvio!
La clase se pasó más rápido que la del martes, quizás porque ya cachaba un poco las coreos. Igual lo tiesa no me quitó y estaba segura de que el Santiago se burlaba de mí en su mente. Puta la hueona tiesa, la cagó ─debió pensar.
Al pensar esas hueás como que me daba vergüenza hablarle después.
Él se despidió de las viejujas igual que el martes y tuvimos que esperar en la cola de nuevo. Después de la espera empezó a hablar mientras guardaba unos cables.
─Ya. Miren, el campamento empieza este sábado y es gratuito porque lo imparte la municipalidad. Va a estar llenos de actividades al aire libre, zumba, por supuesto, baile entretenido y más cosas. Y se divide en tres grupos: el de niños, adolescentes y tercera edad. Y allá les dan cosas para comer y todo eso. ¿Qué edad tienen ustedes?
─Diecisiete ─le respondió mi amiga.
─Igual necesitan autorización de sus papás.
─ ¿Y cuánto dura el campamento? ─le pregunté.
─Una semana.
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Llegó el sábado y como era obvio, no sabía nada del Vicho. Estaba media emo porque no podía creerlo... Lo extrañaba caleta.
Lo primero que hice al despertarme fue prender mi celular, obvio. Tenía unos cuantos WhatsApp's. Mi corazón dio un salto al pensar en que podía ser uno del Vicho, pero eran del Maxi, mi mejor amigo, y los otros de la Feña.
"CTM HOY DÍA ES EL CAMPAMENTOOOOO!!!11!1 OJALÁ HAYAN MIJITOS RICOS, AUNQUE CON EL SANTIAGO BASTA Y SOBRA, HUEÓN" ─me había mandado mi amiga.
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Andai puro zumbando
Romance¿Quién chucha iba a imaginar cómo era realmente el rico profe de zumba?