03. Tokio.

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Mi alarma suena, eso significa que son las nueve, apenas abro mis ojos recuerdo toda la pesadilla vivida ayer, a John llorando, al hombre de los stikers, todo lo que lloré antes de dormir, por un segundo pensé que iba a despertar y todo iba a ser un mal sueño, pero no es así. -Tomo con fuerza la gargantilla en mi cuello-
Me despojo de mi ropa, y me meto a la ducha, espero que el agua tome la temperatura correcta y me relajo.
Al salir miro mi rostro en el espejo, mis ojos están mas que hinchados. Pronto llegará Evan y debo despedirme de él.
Me pongo mis tacones y un vestido rosa pálido, suelto mi cabello para secarlo y maquillo mis ojos.
Bajo las escaleras y veo una nota de John.

"Princesa haz tus maletas, recuerda que hoy hay que desalojar la casa, te amo"

Ruedo los ojos y me voy al refrigerador, pero dentro de él no hay nada. -Esto no puede estar pasándome!
El timbre suena, sabiendo quien es, me dirijo a la puerta, servidumbre no hay, así que no me queda de otra.

-¡Buenos días! - Evan se afirma en el umbral de la puerta.

Apenas habla mis ojos se llenan de lágrimas. Es que siempre fue así, podía ser fuerte ante todo el mundo, mala, fría, pero cuando hablaba con Evan, era yo, y no quien aparentaba ser ante el reino.

-¿Am qué pasó? - Evan entra y cierra la puerta tras él, toma mi mano con un rostro asustado.

-Evan! ¡Estamos en ruinas! - lo abrazo sintiendo su mano en mi espalda dándome consuelo, Evan está en silencio - ¡Los Berns somos pobres! - Mis lágrimas caen una tras otra.

-¿Qué?

Evan se aleja de mí, para mirarme a los ojos.

-Lo que dije Evan - me alejo para que me siga a la sala - Ésta tarde debemos desalojar la casa y vender todo lo que está a mi nombre para subsistir.

Evan se sienta en frente de mí, escuchando cada palabra que digo.

-¿Te... Irás del colegio?

-Eso está de más decirlo. -Limpio mis lágrimas un poco más tranquila.

-¡Wow! ¡wow! ¡wow! No puedo creer lo que me dices. Si quieren pueden quedarse en mi casa, sabes que ...

Lo interrumpo poniéndome en pie, mientras me cruzo de brazos ya más serena.

-Sería una opción, pero por un tiempo y sabes como es John de orgulloso.

-Como tú.

-Rio - ¡Claro! Los Berns no esperamos nada de nadie y luchamos por lo que queremos.

Evan se levanta y me toca los hombros por la espalda.

-Sabes que tienes mi apoyo en lo que sea y para lo que sea ¿verdad? - besa mi cabeza y me giro para quedar frente a frente.

-Solo prometeme que nadie, pero nadie se va a enterar de todo esto ¡Prometelo Evan!

-¡Lo prometo! - Evan me abraza y le correspondo, un amigo así no se consigue en un mall, y eso es lo que agradezco, que a pensar de lo insoportable que soy, lo tengo a él.

-¡Hay que inventar algo! - suelto de una.

Me separo rápidamente de él. Muerdo mi labio y me pongo a caminar por la sala.

-¿Tal vez un viaje?

-¡Sí! Excelente idea, sigue así - lo aliento con mis manos a que piense más.

-¡Un viaje de negocios de tu padre! - Evan me apunta con su índice y me abre los ojos.

-¡Claro! - le sonrío- Siempre yo soy la genio, pero ésta vez te estás luciendo - Evan sonríe - Lo que vas a decir ¡Y pone atención! - lo apunto - Va a ser que me fui de viaje con John, uno de negocios - me paseo por la sala - Uno urgente a Tokio, ¡Por este año claro!

NIÑA RICADonde viven las historias. Descúbrelo ahora