NIÑA RICA

40. ¡¡SORPRESA!!

-Infla bien ese globo ¿quieres? - le grité riendo a Evan quien estaba arriba de una escalera que Sophi sujetaba.

-Hago lo que puedo, sabes que me marea la altura - dijo serio.
Sophi reía disimuladamente.
-Tu Sophia Moore pagarás el burlarte de mi.

Estamos en vacaciones de invierno. Ya casi es navidad. Nieva y no ha cesado.
Han pasado tres semanas desde lo sucedido. James está detenido como corresponde. Por razones obvias. Ya tiene 18 años, cuando su madre falleció se le hizo complicado seguir y repitió de grado, eso fue cuando el tenía como siete años, nosotros seis,  así que... Se fue a la cárcel. Y no hubo nada que su padre y su dinero pudieran hacer. Habían demasiados testigos y las mismas cámaras del Starbucks lo delataron. Fue un momento tan triste que ha dejado marcas en mi. En Shanon, Jack etc...

-Am... ¡Am! - me gritó Evan - ¡Por Dios que distracción! - rió con Sophi con quien últimamente anda para arriba y para abajo - Pasame la bolsa de cintas para pegar arriba por favor - me miró extrañado.
Lo hice, y me fui a la cocina. Hoy era el cumpleaños de John y le haríamos un cumpleaños sorpresa en casa. Mis amigos estaban ayudándome. Y sería algo sencillo pero lindo. Algo había logrado ahorrar con mi trabajo y me hacia feliz poder darle al fin algo yo a él. John era un luchador. Y a pesar de todo supo salir adelante por mi.

-Traje el regalo de tu padre - susurró alguien en mi cuello abrazandome por la espalda.

-¡Genial! - dije nerviosa - Pero no me distraigas. Debo terminar el pastel. - dije y me volteé.

Jack me miraba con sus ojos penetrantes que intimidaban a cualquiera. Luego sonrió y me dio un beso corto en los labios.

-Te amo - susurró.

-Y yo a ti - le dije con los ojos cerrados mientras él depositaba otro en mi frente.

-¿Dónde lo escondemos? - se separó de mi, aún con sus manos en mi cintura.

-Huuum! - pensé. - En mi habitación. Jack me guiñó un ojo y se fue.

Resulta que había vendido mis zapatos Gucci, mis carteras Luis Buton, y todo lo de valor. - Que por supuesto para mi ya no tenian ninguno - Y había conseguido bastante dinero extra. 'Bastante'.
Así que le había comprado a John un ordenador nuevo, un Apple. Ya que el de él, estaba más o menos malo, fallando, y no quería que le pasara el mio, decía que yo lo necesitaba más. En casa John usaba un Apple pero de oficina, no de esos que puedes llevar a todos lados. Y se fue vendido también cuando nos vinimos a NY, así que él se quedo con uno más viejo.
Después de la quiebra de la empresa del padre de James. Papá quedo en la ruina.
John me contó que mamá siempre había sido rica, pero él no. Así que cuando ella lo eligió los padres de ella la deseredaron. Porque John era pobre. Así que con la herencia de una tía soltera y rica que le dejo todo a mamá, hicieron lo que hicieron. Y contruyeron un hogar, John estudió y fue un excelente abogado y de los mejores pagados de LA. Mamá por su parte fue medico. Ambos me daban estabilidad económica.
Al mamá fallecer papá fue pagando mis gastos, y la empresa llebaba tiempo bajando de nivel. Así que a papá le habían disminuido el sueldo. Hubiera sabido no habría sido tan cara.
- o quizás ¡si!, que podrida persona era -.
Papá tuvo que despedir e indepnizar a las empleadas que llevaban años trabajando en mi casa. Eso lo dejó aun más corto de recursos. Incluyendo a Ana. Por eso el cambio drástico que tomó.
Ahora entido por qué papá aceptaba sin problemas a Jack, el cariño a Ana y su familia. Por que papá nació acá en NY. Es y siempre fue un hombre sencillo.
Pero esa es otra historia. De la cual me enteré hace poco.
Sin darme cuenta estaba con los ojos llenos de lágrimas. Finalice decorando el pastel con manjar y fresas y lo ingresé al congelador. Limpié mis manos en el delantal y Sonreí - ¡En que momento te convertiste en cocinera Am! -.