Capítulo 4

376 38 9
                                    

-Yo sé quién eres en realidad, más vale que te no te interpongas en mis planes-.

-Castigada y condenada a vivir aquí, ¿Crees qué no lo sé?
Es la razón por la que no encajas-.

Despierto con un fuerte dolor de cabeza.
-¡Ahg!¿Dónde diablos estoy?-.
Miro a mi alrededor, estaba recostada en un sillón de al parecer una casa.
-¡Auch, Qué dolor de cabeza!-.
Seguro me duele por... ¡La explosión!
Ahora lo recuerdo, fueron esos tipos de la nube roja.
-Tengo que salir de aquí.-
Traté de moverme pero una de mis manos está apresada por unas esposas.
-Acero inoxidable y aluminio, no será fácil romperlo-.

-Hola señorita-.
Una voz cerca de mi me habla con un tono chillante.
-Mi nombre es Tobi, ¿Cuál es el tuyo?-.

Me le quede viendo extrañada, tenía una máscara naranja con espiral, nunca antes lo había visto.
Algo dudosa decidí contestarle a el misterioso chico, sin la suficiente confianza.

-Este, esa información es confidencial para alguien como tú-.

-¡Ahh vamos!-.
Se queja.
-¡Soy un buen chico!-.

-Si lo eres respóndeme, ¿Dónde estoy? ¿Por qué estoy aquí? Y ¿Qué quieren de mi?-.

-Está en nuestra guarida súper secreta-.
Me responde como si no le importara el hecho que me conoció hace unos segundos.

-¿Nuestra?-.

-Está aquí porque a nuestro líder le gustaste y no sé que quieren exactamente, supongo que para reclutarla a la organización-.

-¿DE QUÉ DIABLOS HABLAS?-.
Estaba confundida y esposada a un sillón, claro que estoy molesta.

Tobi señala una parte de la habitación con su dedo índice donde se lograba ver unas siluetas, discutiendo.

-Tengo que salir de aquí y rápido-.
Trato de zafarme forcejeando el acero pero es inútil.
-Si tuviera la llave...-.

-Tobi tiene la llave, Confidencial-chan...-.

Cuando miro a Tobi, logro escuchar una voz preguntando por él.

-¡Bien! Porque si pudieras dármela, de verdad te lo agradecería Johnny-.

-Es Tobi-.

-Lo que sea-.

-Am, no lo sé. Mi senpai dijo que la cuidara muy bien-.

-Vamos Tobi, se un buen chico-.
Al escuchar mis palabras, Tobi me da la llave, abro las esposas apresurada, ahora estoy libre.

-¡Escapó! ¡Rápido a ella!-.

-¡No dejen que escape!-

-¡Oh Mierda!-.
Corro escaleras arriba ya que era la primera dirección que encontré despejada entrando a la primera puerta que encontré abierta, azotándola una vez dentro.
-¡Aléjense de mi!-.

-¡Genial la dejaste escapar Tobi maldito idiota!-.
Logro escuchar el regaño fuerte y claro.

-Pero, Tobi es un buen chico-.

-Solo hay que derribar la puerta-.

Una vez escuche eso, me aparto de la madera.

-Nada de eso tenemos que ganarnos su confianza-.

-¿¡Ganarse mi confianza?! ¡Me secuestraron idiotas!-.
Grité furiosa del otro lado.

-Bien ella tiene un buen punto-.

-¡Oye tienes que abrir la puerta, ahora!-.

Ni siquiera sabía quien me gritaba, pero creo que eso da igual.
-¡Tú no me dices que hacer!-.

Se escucha como puse el doble seguro.

-Ok hay que derribar la puerta-.
Dijo la misma voz.

-Cálmense por favor, estoy segura que encontraremos la forma de arreglar las cosas-.
Una voz calmada hace que dejen de escucharse gritos.
-Itachi, creo que te quedaras sin habitación por un tiempo.

-Tenemos que retirarnos, pero no dejen de echarle un ojo a la puerta-.

Luego escucho los pasos del otro lado de la puerta alejándose.

-Se han ido-.
Me alejo de la puerta soltando un suspiro de alivio, algo curiosa decido inspeccionar la habitación. Estaba muy ordenada y limpia, la cama bien tendida y todo en su lugar.
¿De quién pudiera ser la habitación tan perfectamente impecable?
Reviso los cajones buscando alguna evidencia pero no había nada. Rendida me siento en una esquina de la habitación abrazando mis rodillas, de verdad ya no tenía salida y no sabía que hacer.

-Lo he perdido todo-.

Luego de un rato, escucho el sonido de la puerta. No tardé en ponerme en guardia.
-¿¡Quién es!?-.
Pregunto alarmada.

-Eso no te importa-.
Afirma la voz algo molesta.

-Si vienes a burlarte, eso es de 2:00 a 4:00-.

-No vengo a burlarme, tengo algo que decirte-.

Me sorprendió lo rápido que había cambiado su tono de voz.

-Te escucho-.

-Veras, sé que estas asustada y...-.

-No estoy asustada-.
Lo interrumpo.

-Solo déjame terminar. Bueno solo quiero que sepas que no te vamos a hacer daño-.

Me quedé callada, no quería creer en sus palabras, no podía creerlas.

-Eso era todo, me retiro-.

La voz del chico se fue sin nada más que decir, para ser honesta me sorprendió que se acercara nada más para decirme aquéllo.

Lo mejor de una prisión es dejarla y ahora estoy de vuelta en una, ¡Genial! Parece que si tome la decisión incorrecta después de todo.





Alice Enjeru

Demonio En AkatsukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora