Capítulo 28

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Casi no he dormido nada, me levanto de mala gana para salir a nuestra larga misión, ni siquiera me tomé la molestia de ponerme bien la capa Akatsuki.

-Hey Rojito, ¿Qué quieres que te traiga? ¿Piel o prefieres un colmillo?-.

-Sorpréndeme niña-.

-Te traeré un colmillo-.

Me despedía de Sasori, al menos había tenido la decencia de despedirse. Después del incidente, él y yo nos llevamos mejor.

-¡Adiós señor Sasori!-.
Grita Tobi sacudiendo el brazo al marionetista, ya en la lejanía de nuestros pasos.

Hoy emprendemos nuestro viaje en busca del tres colas, pero ya hay un nuevo novato, bueno, Deidara más bien es el superior ahora.
Caminábamos en silencio, no se imaginan lo incómodo que se sentía.

-Oigan ¿Por qué esas caras largas?-.
Tobi trata de romper el hielo.

Lo peor es que intentó con una pregunta estúpida, sabe perfectamente el por qué de nuestra actitud, Dei está crudo, yo desvelada y él incomodo por nuestra culpa. Esto no puede ser peor.
Mientras caminábamos Tobi trataba de sacar algún tema de conversación, yo por otro lado, no sabía que decir, y menos a Deidara, que si no fuera por Tobi, caminaríamos juntos.

-¿Huh? Alice-senpai ¿Qué le pasó en la cabeza?-.

Cuando Tobi me pregunta, Deidara nos presta atención a ambos. Solo entonces me dirigió la mirada.

-¿Qué? Ah esto-.
Toco levemente mi frente donde tenía la herida, supuse que mi compañero no lo había visto en la oscuridad de anoche.
-Solo es un golpe Tobi-.

-¿Y qué es eso que tiene en el cuello, son...? ¡Mordidas!-.

Al no tener la capa bien puesta, se notaba una parte de mi torso y cuello, al mirar yo misma las marcas, me cubro apenada.
Miré a mi compañero de vuelta también pude ver a Deidara mirándome al igual que Tobi.

-Ah este... No es nada, solo... Olvídalo-.
Aparto la vista de ambos y camino un poco más delante de ellos.

-Alice...-.

Al escuchar la voz de Deidara me bloquee por completo.

-Voy a volar un rato-.

Abro mis alas desesperada pero un dolor en una de ellas hace que la cierre un poco, algunas de mis plumas se notaban con un color más oscuro que las demás, como marchito.
Mierda, lo había olvidado. Sorprendida miro mis plumas carbonizadas, como si no me importara, alzo vuelo.
Ni siquiera miré atrás, creo que no estaba preparada para hablar con Dei, no después de saber como se siente en realidad, necesitaba tiempo para formular argumentos y juntar valor para hablarle.

Mientras tanto Tobi y Deidara seguían en el sendero frondoso del bosque, el artista estaba metido en su propio mundo.

-¿Olvido todo lo que pasó ayer Deidara-senpai?-.
La voz infantil de Tobi lo saca de sus pensamientos. Mirándolo desconcertado.
-No se imagina el escándalo que hizo Alice cuando se enteró que no había vuelto; salió disparada en dirección a la guarida del río, no quería volver, hasta que el líder la obligó.

Mientras Tobi hablaba, Deidara era invadido por recuerdo rotos y memorias fugaces de la noche que peleó con Alice.

-Solo le advertiré una cosa Deidara, vuelva a lastimar a Alice-senpai y no estoy bromeando... Tenga cuidado conmigo-.
Sonaba amenazante.

Deidara voltea extrañado, Tobi no se dignó en mirarlo, en cambió miraba al frente, Dei estaba a punto de contestarle pero lo que Tobi miraba en realidad era su compañera, que cae bruscamente a unos pasos frente a ellos.

Demonio En AkatsukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora