Capítulo 23

178 22 4
                                    

Ya no he visto a Deidara últimamente, el jefe a estado asignandome misiones como loco, volando de un lado para otro, y no solo a mi, a toda la organización la tiene así, supongo que es porque estamos más cerca de comenzar el plan.

Hay veces en las que coincido con algunos compañeros, más con Tobi, por no ser parte oficial y siempre está disponible.
Pero extraño a Deidara....

Llegue al punto en ya ni molestarme de buscarlo, seguro estaba en una misión o encerrado creando más esculturas. A fin de cuentas ya todos se habían hartado de que preguntara por él a todas horas, así que creo que se relajaron cuando deje de hacerlo.

Está a punto de llover, voy a salir al tejado. Antes de que me pierda la tormenta. Ya en el techo, los relámpagos no tardaron en iluminar el cielo, mi parte favorita. Volar alto para apreciarlos mejor es un riesgo que me gusta tomar, tan rápidos y poderosos, hermosos como letales.
Magnífico.

Deidara y Sasori acaban de llegar de una misión, Tobi al estar parado a plena vista llamó la  atención de ambos artistas.

-(Si Tobi está aquí, tal vez Alice también)-.
Pensó Deidara antes de preguntarle a Tobi:
-Oye Tobi, ¿Alice está aquí?-.

-Ay Deidara, tan pronto llegas y ya estás preguntando por mi compañera-.

-Contéstame-.

-Pues no la veo por aquí cerca Deidara-senpai-.
Dijo Tobi tratando de hacerse el chistoso.

-Muchacho insolente, veamos si una de mis obras de arte te hace hablar-.

Deidara pone su mano izquierda en la bolsa especial de arcilla en su costado. A lo que Tobi reacciona de forma exagerada.

-Está bien, no hay por que ponerse rudos, lo más probable es que se volviera a quedar dormida en la azotea, vaya a verla, seguro se alegrara de verlo-.

Tobi dice eso último dirigiéndose a otro lado.

Dejando a Deidara solo, dispuesto a subir por ella, para verla, para hablarle, ver su sonrisa, concentrándose en eso olvidó pensar en qué le diría con exactitud.

Deidara no tardó en aparecer en el tejado, observando desde abajo mi danza aérea con los rayos.

Bajé para que me  dirigiera la primera palabra en días.

-¿Qué haces aquí?-.

Tenso, no pudo formular mejores palabras.

-¿Qué, ahora te importa?-.

Molesta le contesté, hace días que no me habla y me sale con esa tontería, empezamos mal.

-¿No me hablas por días y ahora quieres saber de mi?-.

-Estaba ocupado...-.

-Si claro, con tus esculturas....-.

Luego de eso, Deidara me mira algo molesto.

-Bueno tú qué has estado haciendo, volando por ahí y dormir en el techo-.

-No estoy aquí para dormir, estoy aquí por los rayos-.

Justo termino de decir "rayos" y uno de ellos resplandece el cielo para luego escuchar su estruendo.

-¿Rayos, sigues ebria?-.

-No lo estoy-.

Ahora con mis pies sobre el techo, caminaba hacía él dispuesta a explicarle el porqué de mis visitas.

-Estoy aquí arriba por los rayos Dei y llámame loca pero para mi son hermosos, cargas de energía momentánea y poderosa que...

-Que estupenda perdida de tiempo hm-.

Demonio En AkatsukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora