Capítulo 19

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Por fin llegamos a la guarida, al rededor de las 10 pm, tomé una ducha bastante larga para luego dirigirme a mi habitación, cambiarme y acostarme para un bien merecido descanso. Mi cabello aún seguía húmedo cuando me acosté boca abajo.

Nada había cambiado.

"Caía en una oscuridad inmensa y fría, un abismo. Sin poder volar; la caída la detiene un fuerte impacto contra un cristal de hielo, me hundo, no puedo nadar, me estoy ahogando. Llego al fondo de donde sea que estuviese, el fondo es de un hielo grueso, imposible de romper desde adentro, por más que golpeo la superficie, esta no se rompe para dejar que tome aire.

Hay alguien del otro lado, parado en el hielo donde me estoy muriendo.

¿Quién es?

La silueta se desvanece cuando abro los ojos, ya devuelta en mi habitación en el ático.

-Maldición-.

Creí que estos "inconvenientes" ya no me pasarían.

Me tallaba los ojos, sentada al borde de mi cama, me paré lentamente dirigiéndome a la ventana más grande. Salí por ahí para llegar al techo.

-No hay estrellas esta noche-.
Dije para mí.

Sentada en el tejado, tal vez si tengo que dormir con alguien después de todo.
¿Pero qué le voy a decir?

"Dormiré contigo para dejar de tener sueños extraños"

O

"Tenerte a mi lado me hace sentir segura y calmada, lo sificiente para poder dormir".

Patético.

No le voy a decir eso. Ya estaba buscando una ventana en particular, una vez encuentro la correcta, me acerco a ella para ver a través del vidrio.

¿Qué pensaba hacer? ¿tocar a su ventana para que me abriera?

Eso es muy estúpido.
Estaba dispuesta a bajar cuando el peso de mis alas me empuja dentro del cuarto, caigo haciendo mucho ruido.

-¡*Gasp*!-.

Me reincorporo rápidamente, no hay nadie en la habitación. Luego de soltar un suspiro de alivio pretendo dejar el cuarto, hay algo en esa habitación que me jala a indagar, siento un temblor constante, un nudo en la garganta junto con un cosquilleo en la boca, no sé por qué me pongo así, ¿será la habitación? algún genjutsu, o esto me lo esta provocando el ¿propietario de la habitación?

Pero qué tontería.

Salí, más no con las manos vacías, tome una capa Akatsuki, su capa Akatsuki, la dejo en mi ático para luego bajar las escaleras.

Me encuentro con Kakuzu, sentado en el washitsu (es un cuarto tradicional japones) contando su dinero.

-Ah Kakuzu, cuentas tu dinero tan tarde-.

-No tengo sueño-.
Cuenta sin parpadear

-Yo tampoco ¿te molesta si te acompaño?-.

Kakuzu no hace señal alguna, sigue contando su dinero, yo camino hasta él sentándome en el zabuton (cojín) frente suyo.

-¿Por qué no duermes? Ya van varios días que estás igual-.

Creo que lo pregunto por hacer la mínima conversación. Eso y porque cuenta el dinero que yo me encontré y entregué sin ninguún alegato.

-No me pega la gana-.

Me vendría bien hablar pero no de eso.

-No es eso-.
Me contesta serio.

Demonio En AkatsukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora