Demonio En Akatsuki

Capítulo 25

Zetsu y Tobi caminaban por el bosque, de regreso a la guarida.
Ambos miembros se detienen al encontrar una peculiaridad.
Un brazo. El brazo de Deidara.

-¡Vaya! Que tenemos aquí, el brazo de Deidara-.
Se le escapa un suspiro algo triste.
-Pobre Alice-senpai...-
Tobi se agacha para tomar el brazo.
-Por el aspecto a de haber explotado ¿No lo cree señor Zetsu? Sus restos deben estar por todo el lugar-.
Ríe Tobi.

-Quítale tus manos de encima maldito idiota-.

Tobi y Zetsu voltean sorprendidos. Deidara aparece de entre los árboles, recuperando el aliento.

-¿Dónde está el Jinchuriki?-.
Le pregunta Zetsu a mala gana.

-No me mires yo hice lo mio hm-.
Le contesta de igual manera.

-¡Vaya! Si que tu encuentro estuvo fuerte Deidara pero al menos terminaste en una pieza, ah perdón lo siento-.

Tobi se trata de burlar de su senpai a lo que Deidara solo le dirige una mirada de fastidio.

-Tobi, ni el más paciente soportaría tales faltas de respeto, una palabra más y serás el causante de tu propia muerte-.

-¿Qué, vas a reventarme o algo así?-.

-Esa fue la tercera-.

Deidara atrapa con sus piernas el cuello de Tobi cortando su aire.

-¡Ahora muérete asfixiado hm!-.

-Deja a Tobi Deidara, es un buen chico-.

Zetsu siguió caminando dejándolos a ambos aún en el suelo, luego de que Deidara se cansara, suelta a Tobi, se levanta y sigue caminando detrás de él. Tobi recuperando el aliento los sigue de lejos.

-¿Dónde estará el otro brazo?-.

Tiempo después, una vez llegan a la guarida, Deidara le pide a Kakuzu que le sature el brazo.

-¿Y el otro?-.

-Perdido en batalla-.
Deidara le contesta algo burlón, su sonrisa desaparece al ver en una mesa, el cadáver de su maestro.
Callado y con la vista centrada, se acerca lentamente.

-Oye, no he terminado-.
Kakuzu le habla pero este no se detiene, ya enfrente del cuerpo vacío de Sasori, toca su frente algo nostálgico.

-¿No dijo eterno...?-
Dice por lo bajo, a pesar de su carácter, se notaba deprimido.

La voz de Sasori lo saca de sus pensamientos, molesto.

-Quita tus sucias manos de mi cuerpo-.

Deidara voltea sorprendido a ver a su maestro, cubierto en una túnica negra.

-¡¿Danna?! ¡¿Pero cómo?! Escuché hablar a los ninjas de la hoja que lo habían derrotado, claro que no lo creía...-.

Sasori volteo la miraba, algo apenado pero aún serio, Tobi hace resonar su voz.

-¿Qué no le dije Deidara-senpai? Alice ayudó a Sasori justo a tiempo-.

Deidara mira de reojo a Tobi, quien continua su explicación.

-Si, Alice-senpai estaba furiosa con Sasori, tanto que el señor Zetsu y yo tuvimos que detenerla, pero aún así, Alice le siguió gritando, hasta que lo recordó a usted, y salió volando a toda prisa para buscarlo. No ha vuelto desde entonces-.

Deidara atónito, se dirige en silencio hacía Tobi, tomándolo del cuello con su brazo apenas reinplantado.

-¡¿POR QUE DIABLOS NO ME LO DIJISTE ANTES?!-.