Mi estómago ya no aguantaba seguir riendo, era inevitable no soltar carcajadas con eso y Dylan ahora estaba sentado a mi lado carcajeándose a más no poder.
La puerta fue tocada dos veces con suavidad, así que de inmediato detuvimos nuestra burla. Con seriedad, Dylan se levantó abrir, mientras yo me inclinaba para sentarme en la cama.
Al abrir, la misma enrojecida y avergonzada chica de unos 20 años, estaba al frente del marco mirando sus dedos entrelazados.
-Señor, siento mucho lo que, bueno, tuvo que ver hace unos minutos. Le ruego que no le diga a la señora por favor.
Dylan guardó silencio por unos segundos y soltó una pequeña carcajada -Esta bien Marta, no pasa nada. Todos pasamos por el ataque de hormonas, que nos hace actuar como adolescentes alguna vez en la vida.
¿Todos? Yo nunca... Bueno... Mejor no hablo...
-Gracias señor -Dijo la chica suavemente ahora aún más roja y con una ligera sonrisa. Giró 180° para bajar de nuevo, pero Dylan detuvo su camino con una pregunta con un tono serio.
-¡Espera Marta! Chelsea hoy tenía clases temprano ¿Sabes por qué no está?
En el rostro de la chica casi se podía ver reflejado el pánico, pero con mucho esfuerzo fingió una expresión de ignorancia.
-Mmm no señor, tal vez fue donde una amiga -Casi de inmediato se despidió -Bueno señor, si no me necesita más, yo me retiro. Con su permiso.
-¡Marta! -Dijo Dylan con vos grave. Se podía notar su cambio de tono claramente.
La chica giró de nuevo en cámara lenta y lo miró intimidada.
-Donde esta Chelsea.
La chica sin poder soportarlo más, cerró sus ojos y se tenso totalmente.
-Ok -Dijo Dylan simplemente, respiro profundo y siguió hablando -Tranquila Marta, no te pasará nada, Chelsea tiene ese poder de convencimiento sobre la gente, es de familia.
Fue casi como si leyera su mente y supiera que hubiera pasado.
Dylan giró y me miró tranquilo -Voy a ir a arruinarle a mi hermana su intento hormonal, así que espera un momento aquí.
-Bien -Dije algo incómoda por todo lo que pasaba.
Dylan salió con paso rápido directamente a la puerta principal. Claramente quería ver a donde se dirigía y la verdad ¿Quien no? Este día no puede ser más raro.
Me levanté y salí hasta el marco de la puerta, mientras veía como Dylan salía del terreno, cruzaba la calle y llegaba a la del frente.
Así que lujuria vecinal ¿eh?... Has leído muchos libros chica...
Marta estaba a mi lado ahora con una mirada algo tensa, me miró apenada y habló.
-Hola, soy Marta. Soy una de las mucamas que trabaja aquí.
-Hola, yo soy Simone, mi auto se averió, se cerró, me dejó afuera mientras caía un diluvio y todas mis cosas se quedaron adentro.
-Ok -Dijo asombrada, estoy segura que pensaba en que ya nada podía estar peor -¿Como conoces a Dylan?
-Bueno, de hecho lo conocí hoy -Dije incomoda.
-Oh -Dijo ella al notar también la incomodidad. Llevo menos de 24 horas en conocerlo y presencié todo esto. De verdad que es algo que no pasa todos los días.
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Romances color vino (Sin Corregir)
ChickLit*Ganadora en los premios Carrot Awards 2017, en la categoría chick-lit. *Ganadora del mini concurso "Hablando sin máscara" 2017. "El quitó sus ojos de mi, y los puso sobre la copa que estaba frente a él. La tomó entre sus dedos con elegancia y la ag...