Verdad, aquí voy

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-¿¡Dime como estás!? ¡¿Está tu hermana contigo?! - Comenzó a gritar por teléfono Dylan, después de casi 2 minutos sin contestar el teléfono.

-Si... Ella esta aquí -Contesté con tono bajo, no sabía como actuar en esa situación -¿Cómo sabes que pasó algo?

-Por que aquí pasó lo mismo, solo que yo no estaba, la que recibió la sorpresa fue mi mamá.

-Entiendo... -Dije secamente al escuchar hablar de Pauline, no quería más dolor de cabeza en ese momento, así que solo ignoré ese comentario -¿Sabes como se dio cuenta donde vivimos?

-¿Owan? - Preguntó rápidamente.

-Claro, quien más sería.

-Pueden ser sus amigos, no creo que él se arriesge tanto en ser encarcelado. Andan buscándolo por todas partes.

Mantuve silencio, el tipo no anda tan escondido. Al recordar el momento me congelé por unos segundos.

-Tal vez... Yo... No entiendo por que tengo que pasar por todo esto -Dije en tono de queja, eran demasiados problemas en mi cabeza, como para agregar otro más.

-No quiero escucharte así labial sexy. Todo se solucionará

Respiré profundo y asentí con una sonrisa mientras miraba a Barby. La sonrisa era totalmente falsa y a los segundos de estas asintiendo, logré conectar mi cerebro y analizar que Dylan no estaba viéndome, así que contenteste luego de unos cuantos segundos en silencio.

-Si, lo se.

-¿Quieres que me quede en tu casa hoy? -Preguntó con tono suave.

-No, esta bien, Barby llamara a Guillermo. Es mejor que te quedes con tu familia... Pauline debe estar muy asustada.

-De acuerdo... Te quiero Sim, intenta descansar.

-Lo haré. Adiós.

Diciendo eso, colgué la llamada con un suspiro, y empecé a recoger los vidrios rotos que llenaban toda la sala.

Guillermo en menos de 10 minutos ya estaba en la casa, revisando de arriba a bajo a Barby y preguntando que había pasado, así que con lujo de detalles, expliqué todo lo que sucedía.

Hablamos sobre mi y mi posición como testigo, no podía negar que ese maldito debía pagar lo que me hizo, pero estaba asustada, era claro que la amenaza estaba presente, pero debía amarrarme los pantalones y dejar de ser una pendeja.

Simone, eso va para TODO en general... Deja de ser pendeja...

Barby, Guillermo y yo, no logramos dormir ni un poco toda la noche, así que decidí mandar al carajo el trabajo por un día y quedarme en casa. Habían pasado muchas cosas, debía detener el mundo por un instante y pensar que haría.

Barby no quiso salir con Guillermo a su cita ya programada el día siguiente, por el echo de dejarme sola en casa. No se les hacia agradable pensar en ir a relajarse, después de la hermosa visita de la noche anterior, así que decidieron mejor, arreglar la ventana rota.

Vic, Randy y Noa, no dudaron en llegar a casa, pasamos horas y horas hablando de todo lo que había pasado en tan corto tiempo. Tantos problemas, experiencias y momentos complicados. Mi vida era igual que una montaña rusa y cada ves habían mas curvas peligrosas.

Los días pasaron y mi mente estaba todavía sumergida en todos los problemas a mi alrededor, había hablando con Sarah respecto a lo sucedido, estaba asustada pero Owan debía ser detenido, era un maldito obsesivo agresivo, no podía estar suelto, ni tampoco su gente, así que no dude en aceptar ser testigo en el juicio. También pensé en todo respecto a el sexteto amoroso que existía, ya que ahora habían 2 integrantes más en la historia...
Isabelle y Dallana.

Romances color vino (Sin Corregir)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora