Un poco incómodo

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-¿Tu crees? -Dije sarcástica elevando mis brazos en expresión de pregunta.

El agua ya había empapado mi vestido hasta dejarlo como si fuera casi parte de mi piel, mis burros negros (así es, burros) pesaban más, ya que el agua había entrado un poco en ellos y mi cabello estaba totalmente aplastado.

El chico suspira y se acerca un poco más a la cajuela, con sus labios conteniendo una risa burlona.

-Llamaré una grúa que nos ayudará con el auto y tu, vendrás conmigo.

Extendió su mano amigablemente y yo con una sonrisa avergonzada pero agradecida la tome de inmediato.

A pesar de estar empapada, el comparte conmigo la sombrilla y pasa su brazo con confianza por mis hombros. Con tanto frío, la verdad no me importa si lo conozco hace casi tres horas, su tacto es cálido y me abriga.

Al llegar frente al auto, abre la puerta del copiloto para que entre, luego al centarme cierra la puerta, rodea el auto y entra en el lado del piloto con rapidez, ya que tiene que cerrar la sombrilla y puede mojarse.

Al encender el auto, en un gesto amable, enciende la calefacción para que no muera de hipotermia y eso me hace sonreír agradecida... Y avergonzada.

-Lamento empapar tu auto.

-Esta bien, además, no es mío -Dice mientras eleva sus hombros como restándole importancia y ríe. Le sigo la risa y tomo un poco más de confianza.

-Tu padre te va a matar entonces -Dije deduciendo que el auto era de su familia.

-En realidad, mi madre, mi papá nunca presta su auto.

-Oh, ¿Es peor o mejor? -Dije con algo de burla.

-Definitivamente peor -Reimos ambos al unísono -Y, ¿A donde vas? -Pregunto luego de unos segundos en silencio.

-¡Claro, es cierto! ¡Lo siento! -Dije apenada. Luego pense unos segundos y supe que no tenía a donde ir.

Vic y Noa estaban en una fiesta a la cual nos invitaron, pero yo no podía ir. Randy hasta mañana regresa de Portland y no puedo entrar a mi casa por que: No esta Barby y no tengo llaves.

Como duré casi un siglo pensando en que iba hacer, Dylan soltó una risa y suspiró.

-Creo que eso significa, "No se a donde diablos ir" ¿Cierto? -Dijo mientras dejaba pequeñas miradas en mí.

-Leíste mi mente -Dije con sonrisa culpable -Siento tantas molestias.

Dylan niega con su ceño levemente fruncido y contesta amable.

-Tu no eres una molestia -Su vos era suave y dulce -Y la verdad, es mejor para ti.

-¿Mejor para mí? -Dije al no entender.

-Si, así puedes disfrutar de un viaje conmigo.

Apesar de ser un comentario con mucho ego, me provocó risa al igual que a él. No se porqué pero su manera de hablar y actuar me hace entrar en confianza, pero sí, me sonroje un poco y la verdad, ¿Quien no? El chico esta como quiere, tiene toda la razón.

-Solo te conozco como "Srta. Rumsfeld" y no me gustaría llamarte así todo el tiempo, así que ¿Cuál es tu nombre?

Sonreí relajada -Me llamo Simone. Tu eres Dylan ¿cierto?

-El mismo. ¿Como sabes mi nombre? ¿Me a cosas o algo por el estilo?

Bufé burlona y reí entre dientes -Ya quisieras tener tanta suerte. Miller dijo tu nombre antes de que te fueras.

Romances color vino (Sin Corregir)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora