Labial sexy

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   Luego de pasar esta semana vegetando en mi casa, pensé y llegué a la conclusión de buscar un empleo en alguna empresa.

   Además, no puedo soportar seguir escuchando a Barby con su discurso de madre, ya que Vic contó todo lo que paso en las vacaciones y el instinto sobre protector de Randy por el mismo tema.

   Así que prefiero pasar casi todo el día con mi mente en otro sitio, para no volverme loca.

   -Al fin llegué -Me dije a mi misma luego de suspirar. Estaba en frente de la editorial más cotizada en Miami, R.R Editorial.

   Salir bien en la entrevista era lo más importante en este momento. Linda vestimenta, sonrisa agradable y personalidad encantadora, tres cosas esenciales que no me podían faltar, claro, además de tener una licenciatura con honores en Diseño gráfico.

   Caminé con paso seguro hasta la recepcionista morena con cara de trasero, sonreí amigable y esta solo alzó su vista con rapidez y luego la devolvió a su computadora.

   -Disculpe señorita, soy Simone Rumsfeld y vengo a la entrevista de trabajo por el puesto de Di...-Mi presentación amigable fue interrumpida por su aguda vos antipática.

   -3° piso, con el Sr. Miller -Mascó su goma luego de hablar, hizo una bomba y la reventó, provocando que mínimo me salieran 4 canas.

   -Gracias -Dije con la misma actitud, pero la mujer me ignoró.

   Respiré profundo y me dirigí al ascensor, este se abrió, subí y marque mi piso. Al llegar, le pregunté a la secretaria castaña y esta a diferencia de la morena, me indicó con amabilidad que debía aguardar en los sillones negros que se encontraban al frente, agradecí y me senté.

   Un joven bastante extraño estaba al frente de mi, ya que ocupaba el sofá negro del frente. Sus piernas se movían por sus pies de arriba a abajo y con un pequeño pañuelo no dejaba de secarse la frente.

   Elevé un poco mis cejas y tiré aire por mi boca, provocando un ligero sonido de explosión con mis labios.

    -¡Srta. Rumsfeld, pase! -Exclamó un hombre de traje y cabello plateado por sus canas, desde la puerta de madera elegante a mi derecha.

   -¡Si, claro! -Cerré mis ojos con fuerza, al percatarme que lo dije muy ridículamente. Intenté no ponerle atención a eso y caminé de la misma forma en la que entré.

   -Mucho gusto señorita, soy Richard Miller -Estrechó su mano con la mía -Disculpe si la hago esperar un momento pero necesito resolver un asunto. Ya regreso. Mientras tanto pongase cómoda.

   -Gracias señor -Soltó el saludo y se retiró de la oficina enorme, dejándome en ella y cerrando la puerta a mis espaldas. Varios libreros adornaban el lugar y sus tonos azul rey le daban un toque fresco y elegante a la oficina.

   Entre un poco y comencé a inspeccionar la oficina, un escritorio de madera de acabado hermoso y a las espaldas de este, una enorme ventana con vista ejemplar de la cuidad. Silbe con forma de asombró y ahora mi atención la tenía un enorme vidrio que hacia la función de pared. Su color azulado era elegante e iba a juego totalmente con las paredes. Como reflejaba todo, podía verme perfectamente.

   El vestido negro era sencillo pero elegante y mi peinado de cola de caballo igual. Solo que mi labial rojo estaba apagado, necesitaba más intensidad. Saqué del bolso mi labial y lo pasé por mis labios aprovechando el espejo azulado que tenia al frente.

   Al estar listos hice una trompa y luego comencé a quitar las orillas, pero cuando estaba a mitad de mi sesión de maquillaje noté una presencia que me hizo enfocar mejor el vidrio. Del otro lado se encontraba una especie de salón de reuniones y un chico de mas o menos mi edad, estaba con sus brazos cruzados observando lo que hacia.

Romances color vino (Sin Corregir)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora