-¡Buenos días, Leo! ¿Quieres... usar mi baño? -Dijo simplemente Patrick intentando disimular su incomodidad.
Leo solo nos miraba con su mejor cara de confusión; estaba totalmente impactado al vernos juntos.
-Sería lindo que digas algo en este momento -Dije en tono bajo, mientras mi corazón latía como loco.
-Ustedes... Ya saben... ¿Tuvieron sexo? -Preguntó Leo mirándonos atónito y dudoso.
-¡Dios, no! -Exclamamos al mismo tiempo Pat y yo.
Al oír nuestra respuesta sincronizada, Leo sólo dejó salir el aire que contenía en sus pulmones y colocó una mano en el pecho, intentando relajarse después de tan escandaloso momento.
-¡Gracias a Dios, o sino no se como hubiera sobrevivido! ¡¿Se imaginan el cargo de conciencia con Dylan?!
-Bueno, no se por que haces tanto drama, sabes que jamás tendría sexo con la novia de mi amigo.
-¡La cual también fue tu novia! ¡En esta vida uno nunca sabe, Patrick! ¡He visto cada cosa rara y loca que ni te imaginas!
-¡Bueno, como sea, el punto es que no pasó nada! -Dije algo alterada -. Además, ¿Sabes que quiero que hagas por mi Leo? -Dije con una sonrisa fingida, mientras caminaba en su dirección.
-¿Que no te vuelva a robar aguacate? -Dijo haciendo referencia al día anterior, cuando decidí traer unas tortillitas y guacamole, para comer con los tragos. Pero en un acto inesperado, él robó mi comida, ya que estaba distraída con la conversación que tenía con los chicos.
-Primero, amo el aguacate, eso es algo muy importante, y sería lindo de tu parte que no lo vuelvas hacer, pero esa no era mi petición. Lo que quiero es que ... ¡Metas tu trasero al cuarto y no sigas gritando todo!
Leo me miró algo asustado al escuchar mi voz furiosa, luego en un reflejo rápido, cerró la puerta con seguro, dejándonos a los tres en el cuarto.
-Gracias -Dije un poco más tranquila.
Leo solo asintió algo nervioso por mi lado oscuro, por lo que sólo sonreí en respuesta. Ahora lo que tenía que averiguar, era como había terminado en la habitación de Patrick, con partes de las pijamas de mis amigas y con un chico en ropa interior. Así que suspiré agotada por la adrenalina del momento, y me dejé caer en la cama. Ambos chicos solo me miraban atentos, esperando cual sería mi siguiente movimiento.
Al verlos tan callados, principalmente a Patrick, deduje que sería yo la que tendría que preguntar todo. Por lo que, tomando un poco de impulso, me levanté de la cama, quedando sentada a la orilla. Patrick colocó nuevamente la toalla en su cintura, y se sentó a mi lado. Sus ojos estaban fijos viéndome con atención.
Por otro lado, Leo hizo lo mismo, pero el miraba a la nada, como si estuviera perdido en sus pensamientos, intentando procesar todo.
-¿Por qué estoy en tu cuarto? ¿Que pasó anoche luego de caer inconsciente en tu regazo?
Pat sonrió burlón y me miró nuevamente.
-Cuando moriste en mis piernas, intenté despertarte, pero ya era tarde. Así que le indiqué al conductor, que nos llevara a casa. Te bajé del auto, mientras te cargaba en mi hombro, me quité los zapatos para subir a tu habitación en silencio, pero no sabía cual era, así que intenté llamar a Victoria con mi celular, pero este no tenía batería, luego lo intenté con el tuyo, pero tenías clave y no me la sé. Entonces, pensé la opción C, que era subir hasta la habitación de Vic y pedirle que me indicara cual era la tuya. Ese plan no se llevó a cabo, ya que cuando iba subiendo las gradas, Noa salió de la nada. Le expliqué donde habíamos estado y todo lo demás, claro está.
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Romances color vino (Sin Corregir)
ChickLit*Ganadora en los premios Carrot Awards 2017, en la categoría chick-lit. *Ganadora del mini concurso "Hablando sin máscara" 2017. "El quitó sus ojos de mi, y los puso sobre la copa que estaba frente a él. La tomó entre sus dedos con elegancia y la ag...