Capítulo 18. De Fiesta.

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Deslizaba una y otra vez mi dedo por la pantalla de mi celular en busca de algo que me entretuviera, pero no encontraba nada. Acomodé la almohada en mi espalda y crucé las piernas para una posición más cómoda mientras escuchaba los refunfuños de Sharon frente al espejo.

—Está por ser la hora de irnos —avisé todavía mirando mi celular.

Estaba lista para ir a la fiesta pero mi amiga aún no lo estaba. Estuvo haciendo lo mismo como por una hora; tomar ropa de su armario, ir y salir del baño con un atuendo diferente, y así sucesivamente.

—¿Qué te parece este? —ignoró mi comentario y volvió vestida con otra ropa.

Se movía de un lado a otro para admirar su atuendo. Era un pantalón amarillo con cuadrados blancos y negros en ambos costados de sus piernas, junto con un brasier con el mismo diseño de los cuadrados.

Todo le quedaba bien de todas formas.

Antes de que pudiera opinar sobre su aspecto y decirle que me gustaba, hizo una mueca y negó con la cabeza, entonces volvió a meter su cabeza en el armario y se dirigió al baño con otro conjunto. Luego de unos minutos salió vestida toda de negro, un top negro de tirantes y con un escote en forma de V, junto con un pantalón negro y blanco en los costados adornado con broches. Se podían usar cerrados o abrirlos hasta el punto que quisieras.

—Este está increíble Sharon —se colocó delante del espejo nuevamente para admirar, junto a mí, su nuevo atuendo.

No me respondió, y como se seguía mirando, supuse que le había gustado esa vez, y así fue.

—Está bien, me convence más que los otros —puso sus manos sobre su cintura todavía admirandose—. Ahora la prueba de la comodidad —dicho eso, se agachó y colocó las manos en sus rodillas, lista para hacer twerk. Reí—. No, espera —tomó el extremo del pantalón y lo estiró desabrochandolo.

Mientras Sharon decidía hasta donde abrocharlo, mi celular sonó indicándome la llegada de un mensaje, y ya sabía de quién era sin siquiera tomarme la molestia de mirarlo.


Aaron. 22:30

La fiesta empezó hace media hora, pero avísame cuando estés viniendo.

Dakota. 22:30

Ups, voy retrasada por culpa de Sharon. Pero no te preocupes, salimos en un rato.

Aaron. 22:31

Bien, las espero.


—Sharon, la fiesta comenzó hace media hora.

Ella abrió los ojos con sorpresa y me miró a través del espejo.

—¿¡Por qué no me lo dijiste antes!? —claro, ahora se hacía la preocupada por irse, cuando antes ignoraba todo comentario que hacía sobre la hora—. ¿Me ayudas con los tacones?

Suspiré levantándome y caminando hacia ella. Caminó hacia su armario y deslizó la otra puerta corrediza dejándome ver sus zapatos desordenados y amontonados uno arriba del otro. Me acerqué a ella para observar el desastre.

—En lo posible que no sea un tacón negro —dijo apoyándose en la puerta.

Comencé a revolver todo en busca de unos tacones que me parecieran adecuados para su ropa, y encontré unos color nude, muy lindos. Los saqué y le pedí que se lo pusiera rápido, así mientras tanto, iba yo a admirar mi atuendo al espejo.

Llevaba un top negro de tirantes al igual que ella pero sin escote junto con una falda, en su mayoría roja ya que también tenía blanco y negro, tiro alto, que dejaban a la vista una parte de mi abdomen. Y unos simples tacones negros que se abrochaba en el tobillo, no eran tan altos como los de mi amiga.

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