Capítulo 26. Shopping.

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Volvía acomodar la bolsa que se iba resbalando de mi brazo junto con las demás. Me encontraba paseando por el centro comercial junto a Lily, buscando ropa y algunas otras cosas que podrían servirme. Aunque no era fan del cetro comercial o no solía ir muy seguido, pero en algún momento necesitaba hacerlo. Pero a comparación de mí, Lily sí que lo era, y se volvía loca por cada cosa linda que veía, así que a cada rato tenía que estar recordándole la principal razón por la que habíamos ido hasta allí, antes de que se gastara todo su dinero.

El baile de Graduación se acercaba, por lo que debía ir a recorrer todo el gran centro comercial. Lily me había señalado varias opciones que podrían haberme quedado bien, pero ninguna me había terminado de convencer. Sentía que los vestidos no eran lo mío y por eso había llevado a la rubia conmigo para que me aconsejara.

A esa altura seguro que ya estaba harta de mí por ser tan indecisa.

Aún faltaba elegir los tacones también, pero con la temática de Alfombra Roja pensaba llevar un vestido largo y elegante, solo que ninguno me convencía, y así podía evitar usar tacones para no humillarme al pisar el vestido largo y caer. Por las dudas.

Aunque, por el momento, no me decidía por ningún vestido que había visto al par frente a las tiendas, sabía bastante bien lo quería; quería un vestido largo y elegante - pero si encontraba uno corto que me gustara con esas mismas descripciones, no iba a dudar en llevarmelo-, sobre todo que resalte, que me impresionara a mí misma y luego a los demás.

Lo peor era que la fiesta era ese mismo día a la noche, y nosotras andábamos buscando un vestido para ponernos.

Podríamos haber ido el día anterior, pero me quedé en mi habitación, como siempre. Incluso había invitado a Lily para que me acompañara en no hacer nada productivo, y de ahí había salido nuestra decisión de ir de compras.

Además, no estaba segura si iría con Aaron -aunque era lo más probable- porque no me había dicho nada, aunque tampoco me molestaba ir sola. Luego le hablaría a Aaron, eso estaba más que seguro.

Siguiendo nuestro recorrido por el centro comercial, pasamos de largo por una tienda, pero algo allí había llamado mi atención, por lo que me detuve y retrocedí para echarle una mirada atenta a toda la tienda, era grande.sin embargo, Lily siguió de largo, hablando sola y mirando para otro lado.

No tardo mucho en darse cuenta que ya no estaba con ella, entonces dio media vuelta y volvió hacia mí.

—¡No me dejes hablando sola! Avísame cuando te detengas así no quedo como idiota —se quejó.

—¿Qué te parece ese vestido? —señalé detrás de los maniquíes, un vestido colgado de una percha, ignorando completamente lo que había dicho.

Era el vestido más lindo que había visto hasta el momento. Era celeste, sin hombros, era largo y algo inflado de la cintura para abajo.

Debía probarmelo.

—¿Y qué me dices del otro? —señaló un vestido plateado, por lo que asentí con frenesí—. Wow, ¡entremos!

Entramos a la tienda que era gigante, inmediatamente nos atendió una chica castaña y le consulté el valor del vestido. Pero antes de comprar aquel vestido que me había gustado a primera vista, me lo probé y creía que estaba soñando al verme en el espejo.

Se ajustaba perfectamente a mi cuerpo, y, en la parte de abajo que era inflado, había una abertura que dejaba ver mi pierna izquierda.

Ya podía sentirme toda una celebridad.

Luego decidí salir del probador, para recibir una aprobación de mi amiga.

Lily se quedó analizando todo, luego abrió la boca y comenzó a abanicarse con las manos como si allí dentro hiciera mucho calor.

Pasaste el límiteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora