Parte 14

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Fátima no podía comer teniendo la mesa en ese estado tan deprimente. Había un tumulto de cosas encima: cajas de cereal vacías, bolsas del mandado con manzanas echadas a perder, rebanadas de pan enmohecido, aguas acedas, vaya, solo faltaba que hubiera ratas encima.

Fátima se apresuró a recoger ese mugrerío. Rebeca solo la observaba, a ella no le gustaba hacer la limpieza de ese lugar. Una chica frente a ella, que se veía más vieja que chica, de algunos 35 años, tal vez más, tal vez menos, la miraba con curiosidad mientras encendía un cigarrillo y Fátima limpiaba la mesa.

-A ti no te asentó bien que Gonzalo te follara.

-Yo creo que no existe una chica en este mundo a quien le asiente bien, coger con ese idiota -respondió Fátima tirando las manzanas podridas al suelo, con un aspecto de asco.

-Yo diría que más bien le afecto la cabeza -añadió Rebeca. -Incluso después de que paso todo, me pregunto mi nombre.

-No recordaba tu nombre era todo -contesto Rebeca. -En fin, después de lo que me hizo Gonzalo quede enfadada de esta vida. No sé ustedes pero yo voy a renunciar a este lugar, si alguien decide renunciar junto conmigo, adelante.

Las chicas se echaron a reír de manera burlesca.

-Realmente no entiendo que te hizo Gonzalo para dejarte tan pendeja -asumió la chica que fumaba el cigarrillo.

-¿Porque, es decir, creen que esta es la única vida que existe para nosotras, acaso?

-Por supuesto que no -contesto Rebeca. -Pero es la única vida a la que estamos sujetos en este momento. ¿O acaso también lo olvidaste?

-¿Olvidar que?

-Pues que Gonzalo tiene amenazadas a todas nuestras familias, por Dios -renegó la chica que casi acababa con su cigarrillo. -Ese bastardo sabe quiénes son, donde viven, a que se dedican, lo sabe todo. Él nos ha amenazado a todas con machacar hasta al cachorro de la perrita si es que acaso alguna de nosotras tan solo imagina en escapar de este lugar. ¿Dime tú, quieres un plomazo para la cabeza de cada integrante de tu familia?

Para Fátima, sus ilusiones se deshicieron en ese instante. Ella había planeado renunciar o escaparse desde el momento en que Gonzalo la tomo presa en el cuarto de arriba. Se quedó pensativa y comenzó a hablar sola.

-Y yo que tanto defendía a los hombres. Que estúpido fui. Esa clase de basura de personas, como Gonzalo deberían de tener una sección, un apartado en específico en la constitución donde se aumentaran los años de condena para esos hombres y que el congreso de la unión aprobara...

-Niña, niña -interrumpió la chica del cigarrillo. -Estás hablando como si fueras una abogada. ¿No me digas que mientras estuviste fuera de este puterio estudiaste derecho?

-Amm... -Fátima oculto su respuesta.

-Ay qué te pasa, chula -continuo Rebeca. -Si mi amiga aquí presente estuvo fuera de este puterio fue porque estuvo trabajando como recepcionista y puta, pero más puta que recepcionista, del gran abogado: Julián Quintana. Algo se le debió de pegar, ¿o no mija?

-Claro que si -continuo Fátima. -Ese hombre no solo es guapo e inteligente, también es muy astuto y audaz. Es impredecible, es...

-...es un hijo de puta también -agrego la chica del cigarrillo.

-Disculpa...

-Sí, Julián Quintana, es un hijo de puta -continuo la chica que apagaba su cigarrillo sobre la mesa, ocasionándole un pequeño orificio. -De inicio me gustaría saber porque todos lo llaman Yulián, con Y, cuando su nombre es Julián, con J.

-Según el mismo me lo dijo, lo llamaban así porque es un nombre inglés -se defendió a sí mismo, Fátima.

-Ingleses los cojones del tipejo con el que me revolqué anoche -prosiguió molesta la chica que preparaba otro cigarrillo. -El tan solo es un cerdo machista que estaba en contra de la mujer y de sus derechos. El muy imbécil había sugerido exonerar a la mujer de sus privilegios, solo porque argumentamos que es difícil parir a nuestros hijos. El idiota solía decir que a él le parecía mas difícil mantenerlos que parirlos, mira que hijo de perra. Me hubiera encantado ver al pendejo pariendo un chiquillo, llorando como un marica porque los hombros del bebe son tan anchos y su vagina tan estrecha que tendrían que haberle hecho de última hora una cesárea, a ver si en verdad es el león como él lo pintaba.

Fátima se sorprendió de conocer el otro lado de la moneda. Las opiniones y los puntos de vista que tenía la gente, en especial las mujeres, sobre él y sus ideales. Se sintió expuesto. A pesar de que se encontraba debajo del cuerpo de una chica de la cual jamás sospecharían que encerraba el alma del verdadero Julián Quintana, a menos que ella se los confesara.

-Pero dime, ¿conociste a Julián o porque es que te expresas de esa manera de el?

-Que si lo conocí -continúo la chica, encendiendo otro cigarrillo. -Me hubiera gustado no haberlo visto nunca ni en fotografías. Por culpa de ese gran abogado de quinta, mi hijo está pagando una condena de cinco años en prisión, de los cuales ya lleva año y medio.

-Pero Julián jamás perdió un caso -contesto Fátima. -O eso fue lo que me dijo.

-Mira, te dijo bien. Nunca había perdido un caso hasta que el llego el caso de mi hijo.

-¿Cómo se llama su hijo? Lo digo por curiosidad, es decir, yo interactúe con muchos de sus clientes, de pronto pude haberlo conocido.

-Su nombre es Diego Buenrostro.

Que me trague la tierra en este momento. Pensó Fátima al saber que la chica con quien conversaba era la madre del señor Buenrostro. Se apeno. Por eso se ruborizo al instante. Ya no supo que contestarle. En su rostro se veía todo.

-Y sabes que, te compadezco. Si a mí me hubieran dado a elegir entre coger con Gonzalo o con el cerdo machista de Julián, preferiría a Gonzalo. Además, que bueno que regresaste a tiempo. No sé si escuchaste en los noticieros pero el bastardo casi asesina a su esposa y a los gemelos que esperaba. Trato de envenenarlos con pastillas abortivas, hazme el puto favor.

-Yo escuche que se suicidó por temor a represalias que pudiera tomar en su contra, tu hijo -apunto Rebeca.

-Esas son tonterías. Mi hijo no pensaba tomar represalias en su contra. Es cierto que Julián fue un pendejo pero, finalmente Diego perdió el caso porque sinceramente su mujer fue más inteligente que él. No, Julián se suicidó después de que supo que su mujer había caído envenenada y como imagino que en la cárcel le iban a meter hasta los palos de las escobas por el culo, cuando lo atraparan, decidió el mismo quitarse la vida -reporto finalmente la madre del señor Buenrostro. -Por eso te digo Fátima, que bueno que regresaste antes de que te envenenara a ti también. Imagínalo, si así de cruel se comportó con su esposa, como habría de comportarse con la puta. Pero en fin, gracias a Dios se suicidó y nos ha dejado con una mierda menos que pisar.

Fátima seguía con su rostro pálido. La madre del señor Buenrostro la noto preocupada y decidió cambiar el tono de su conversación.

-¿Que tienes chula? No me digas que te enamoraste de Julián y está molesta por lo que le he dicho.

-No, no, no es eso -contesto Fátima, despertando como si le hubieran tirado un balde de agua fría encima. -Es solo que me estoy imaginando lo que le hizo a su mujer...

-Yo tengo otra teoría -continuo Rebeca. -Tal vez se suicidó porque al entrar al baño noto que su miembro era muy chico -Rebeca provoco la risa de todas las chicas, excepto la de Fátima.

-Tú ya tuviste el placer de acostarte con él, sácanos de una duda, ¿qué tal coge?

Cx

Positivo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora