Un nuevo problema

217 11 0
                                    


Isabella

A pasado ya una semana desde que no vemos a los lobos, mis hermanos ya se rindieron de estar esperándolos así que fueron a los pantanos pero me han contado que no encuentran nada solo los campers vacíos además de que para que mis hermanos no puedan detectar a los lobos ellos se cubre con tierra para refundir su olor así que decidieron volver a esperar a que los lobos den el primer paso. Yo ya estaba aburrida por tantas cosas de lobos así que salí de la casa, me dirijo a comprar un auto ya que estoy aburrida de que mis hermanos me lleven a todos lados y si ellos no me llevaban me tocaba correr pero antes me detuve para cómprame un capuchino con alcohol, voy caminando por un barrio con pocas personas pero de pronto alguien me empuja con velocidad y me lleva a un callejón, cuando salgo de mi shock pude ver al idiota que tenía enfrente que era nada más y nada menos que Camilo.

-¿Qué quieres Camilo?- pregunte harta por tenerlo tan cerca.

-Quiero hablar – contesto él – Quiero saber ¿Por qué me odias? – pregunto él.

Con esa pregunta empecé a recordar todo, como el me trataba, como era antes de que él se fuera, como era todo y ahora como es todo, donde tengo un vacío que no puedo llenar desde que el me dejo tirada en España sin decir nada, de pronto sentí como mis ojos se "vampirizaba", lo cual hace que las venas alrededor de mis ojos se noten de un color vino tinto y mis ojos se vuelven negros menos el azul de mi iris además de que mi pupila se hace grande, así que empuje a Camilo contra el muro del fondo del callejón y levante mi mano.

-La Bella que yo conozco no haria esto – dijo Camilo mientras se paraba cogiéndose un brazo, al parecer con el choque se le rompí el brazo.

-Ya no existe esa Isabella.

Dije con lágrimas en los ojos para luego mover mi mano y con magia romperle el cuello a Camilo, desaparecí de ahí con velocidad dejando el cuerpo inmóvil de Camilo en el piso. Después de unos minutos llegue a la casa y subí rápidamente a mi habitación sin percatarme que mis hermanos estuviera cerca.

Sebastian

Estábamos con José en la oficina pensando en cómo hablar con los lobos cuando de pronto escuchamos un portazo de inmediato supimos que era Isabella así que salimos de la oficina con dirección a la habitación de Isabella. Apenas llegamos al cuarto abrí la puerta y cuando entre un florero fue estrellado contra la pared a tan solo unos centímetros míos.

-Isabella ¿Qué sucede? – pregunto José entrando a la habitación en una forma autoritaria.

-Nada – dijo ella seca y cortante

-Por favor ve con tus mentiras a otro lado – dijo José alzando la voz en forma de regaño - ¿Qué tienes?

-Vi a Camilo y el idiota me acorralo para hablar, pero luego le rompí el cuello y me vine – dijo ella con rabia pero se notaba algo triste.

-Ese idiota no entiende – dije con rabia.

De pronto José salió del cuarto sin decir nada así que con Isabella lo seguimos y no lo dejamos salir hasta que nos llevara con él ya que sabemos que si lo dejábamos solo ese idiota cometería una estupidez sin sentido.

José

Estoy decidido a ir a matar a Camilo pero sé que con mis hermanos no podré hacerlo así que solo pienso dejarle un mensaje, vamos en el auto ya que Sebastian no quiso que corriéramos, me supongo que vamos en auto para demorarnos más y yo me pueda calmar pero en realidad me estoy enojando más. Después de una hora llegamos a la casa de Camilo, cuando entramos dos vampiros aparecieron de la nada, yo cogí a uno y lo mordí inyectándole veneno de lobo para luego estrellarlo contra una pared asegurándome de que no muriera para que en unos dos días muriera de dolor por el veneno, luego vi a Sebastian el cual le saco el corazón al otro vampiro rápidamente; luego aparecieron otros tres, Sebastian cogió a uno y le rompió el cuello para luego sacarle el corazón dejando el cadáver en el piso, por otro lado yo cogí a uno arrancándole la cabeza después la voté hacia un algún lado y por ultimo vi a Isabella la cual metió su mano en el pecho del vampiro pero en vez de sacarle el corazón a el vampiro se le comenzó a poner la piel gris y luego cayó al piso mientras Isabella tenía en la mano el corazón seco del vampiro.

Los BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora