Capítulo 4

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Llegamos a un prado, no cualquier prado, en este me pidió que fuera su novia, sabía cómo le gustaba venir y lo especial que era para él así que por más hermoso que fuera sólo lo visitaba en su compañía.

Lo miré extrañada, algo ocultaba, me ayudó a bajar del coche y tomó de mi mano, buscamos un lugar adecuado en el que los árboles no tapen el poco calor que desprendía el sol y nos sentamos en el suelo, mi vestido se arruinaría y probablemente mamá reclamaria una semana por ello pero no importaba, nada más que esto lo hacía. Abrazandome por la espalda susurró a mi oído las palabras más bonitas que alguien puede pronunciar y después pidió oficialmente mi mano en matrimonio. Acepté sin dudar, si, lo sé, irónico, para cosas importantes no me hacía rogar. Sacó una pequeña caja de terciopelo para luego sacar el anillo y colocarlo en mi dedo anular, el anillo de compromiso era perfecto, nada ostentoso, pero encajaba como si lo hubiera elegido yo misma, atrás tenía las letras A y B talladas. Sacó también el anillo que creía perdido hace dos meses, se sonrojó cuando me lo dio y se excusó, debería matarlo pero no podía y no lo haría aunque pudiera. Había hurtado el anillo que me heredó mi abuelo antes de morir, era de su esposa, a quién nunca llegué a conocer pero el aseguró amar toda su vida, cuando creí haberlo perdido lloré ostentosamente, no llegue a tener demasiado tiempo de caridad con abuelo en vida y eso era lo único con relevancia que me quedaba de él, Beni estuvo ahí todo el tiempo viéndome lamentar, ahora me dijo que pretendía devolvermelo en el instante en el que vio mi rostro surcado de lágrimas pero no pudo porque ya se lo había entregado al joyero para que hiciera uno del mismo tamaño, ya que no existía otra manera de hacerlo.

Lo perdoné desde que me dio el anillo, antes de escuchar su historia y antes de que incluso el pidiera mi perdón, a veces es peligroso amar tanto.

En mi habitación preparandome para la fiesta de despedida a la feria me encontraba cantando algunos versos de canciones que había escuchado por ahí, me gustaría parar este momento en el que soy plenamente feliz guardarlo en un cofre y tenerlo para cuando quisiera sentirme así de nuevo, no se podía, claro está así que simplemente lo aproveche, respiré ondo y vi mi reflejo en el espejo, quería que me encontrara atractiva, sólo me arreglaba por él, lo demás era secundario.

Baje las escaleras, ayude a Ama con lo que quedaba por hacer de la cena, saludé a papá con un amplio beso en la mejilla y me dispuse a esperar a Beni en cuanto sentí un suave golpe en la puerta de entrada, Ama nuestra ama de llaves y mi nana abrió la puerta y sabía que era él así que salí corriendo y lo recibi con un abrazo que fue dulcemente correspondido.

La noche fue maravillosa, comimos, bailamos, me presentó a dos de sus amigos lo que fue raro ya que los conocía a todos, al parecer uno de ellos se iría pero volvería, no presté demasiada atención. Ya que compartí un pequeño saludo sin presentación y me dirigí a los juegos dejando a Ben a solas con ellos.

Al volver a casa nos despedimos con un gran beso y me dirigí a mi habitación para dormir sonriendo con los recuerdos hermosos que siempre dejaba en mí.

Perderlo Todo (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora