Capítulo 9

11 2 0
                                    

Recorrimos la parte céntrica del pueblo tomados de la mano y hablando de cosas sin importancia o simplemente disfrutando de la compañía del otro.

En un momento él se paró en seco, lo miré y se notaba conmocionado, estaba mirando en dirección recta y giré la cabeza para ver lo mismo que él.

Un chico de nuestra edad aproximadamente estaba parado frente a nosotros con la misma emoción que Ben, se abrazaron de inmediato e hicieron el saludo típico de hombres.

-Ella es Alea, mi novia, quería que se conocieran, pero esperaba a verte para decírselo. -Me presentó al chico del cuál aún no sabía el nombre.

-Al, él es Eneas, nos conocimos al registrarme y estuvimos juntos en la semana de prueba, fue de gran ayuda para mí. El tipo es una pasada. -sonrió todo el tiempo mientras lo decía, ambos lo hacían, Eneas me saludó con dos besos, uno en cada mejilla, después le preguntaría a Ben de dónde era este chico. La verdad que entendía porqué estaban tan unidos, cuando vives una situación traumatica y alguien está a tu lado haciendola un poco más llevadera, esa persona gana un espacio para siempre en tu corazón.

-Y... cuentamelo todo. - quería gritarles ¡Consiganse un cuarto! Pero simplemente reí por lo bajo por mi imaginación.

-Te lo contaré, pero ahora mismo te invito a tomar una cerveza por aquí. Invito a ambos, claro está. -Yo no bebía y hasta dónde sabía, Ben tampoco. Fuimos a la taberna más cercana y ellos se dedicaron a tomarse hasta el agua de los floreros.

- Y, y, y después cuando aquel tipo... -Y estalló en carcajadas, jamás había visto a Ben en éste estado, en parte me parecía divertido y él lucia tan en paz consigo mismo. Pero mi lado egoísta me preguntaba por qué yo no conocía ésta parte suya. Tal vez y sólo tal vez estaba un poco celosa de Eneas.

Muchas cervezas después, salimos del establecimiento, estaba cansada y me dolian los pies pero no diría nada, se notaba que Ben se lo estaba pasando de maravilla y yo no arruinaría la velada con algún otro comentario egoísta.

Él se la pasaba susurrando canciones sin sentido como un borrachín, Eneas se encontraba fresco como una lechuga y había tomado la misma cantidad que Ben o incluso más. Estaba de más acotar que a leguas se notaba su experiencia con el alcohol.

-Alea, creo que deberíamos llevarlo a su casa, después podría ir a la tuya y dejarte, mi carro no es la gran cosa pero servirá. - sonrió de costado manteniendo a Ben con los brazos, este último estaba a punto de dormirse.

-Yo si puedo conducir, dejame en paz. - parecía que le costaba formular cada palabra.

-No sé si madre aprobará verme llegar con otro hombre a casa, y creo que sería peor si le contara la situación. - no sé como haría para llegar. Estaba pensando en ello cuando sentí a Beni llorando.

-Es todo mi culpa, Ali, perdón, yo... yo, lo siento de verdad, soy un idiota pero ¡te quiero tanto!. -se sonó la nariz con su mano y estalló en un llanto peor.- Mira si no quiere que nos casemos después de esto. Yo moriría por ti Al, pideme lo que quieras.

-Ya romeo, suficiente. No hables bobadas que ya veremos cómo hacer. -Eneas tomó el control de la situación y le pidió la llave de su coche, Ben se la dió sólo cuando le explicamos detalladamente la situación.

Estaba actuando como un niño pequeño pero seguía siendo mi Beni al final del día. Regresé a la taberna a pedir unas servilletas y un poco de agua, le limpie la cara como pude, acomodé su ropa y le di de beber. Cuando se la terminó toda por su gesto sabía que iba a vomitar así que me puse atrás de él, que estaba sentado en una banca y le acaricié la espalda hasta que lo dejó salir todo. Fue la primera vez que me encontré en esta situación y por eso no sabia que hacer así que sólo hice lo que me pareció correcto. Cuando Eneas vio que estaba en buenas manos se fue a buscar el automóvil.

Regresó a los segundos y sentó a Ben en el asiento de atrás, lo acostó y le abrió la ventana. Me dijo que eso lo haría estar un poco más fresco para cuando llegue a casa. Una vez en su casa nos saludó con una mano a ambos y la mirada un poco pérdida y dirigiéndose a él le dijo "cuidala". Lo vimos entrar y emprendimos camino directo hacia mi hogar. No confiaba en él, aunque algo me decía que podía hacerlo, no lo conocía lo suficiente. Pero era esto o el riesgo Benjamin borracho.

-Se nota lo mucho que ustedes dos se quieren. -interrumpió mis pensamientos y realmente no tenía ganas de hablar con él.

-De hecho, si, lo hacemos. -No pude evitar sonreír con el pensamiento. En las improvisadas calles de estos campos no había absolutamente nadie. Esperaba con el alma que este chico no fuera un psicópata.

Bueno, estoy exagerando, es amigo de Ben, pero vaya que él lo conoce sólo un poco más que yo.

- Estamos comprometidos.

-Lo sé, Ben me lo contó todo.

-¿Cómo...?

-Bueno, me lo contó antes de proponertelo, pero por todo lo demás que me decía, sabía que ibas a aceptar, felicidades. -Nunca quitó la vista del camino pero lo que dijo se notó sincero.

-Gracias, la fiesta de compromiso será en unas semanas, espero puedas ir. - Hablando del tema ya estaba emocionada así que lo invité sin dudar.

-También espero poder hacerlo, no sé si estaré aquí para entonces.

Perderlo Todo (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora