Capítulo 27

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Desertar para un soldado significaba abandonar su puesto/ tropa/ misión o lo que sea sin permiso.

Lo he investigado en la biblioteca del pueblo, mamá ahora mismo está en la peluquería. Le dije que buscaría alguna novela nueva aquí y que estaría allí en minutos.

La biblioteca de pueblo contaba con a penas unos cientos de libros, novelas, diccionarios, libros de historia (los permitidos), geografía, matemática y eso era todo. Años antes miles de libros habían sido incinerados por motivos ajenos a mí.

En el pequeño pasillo de entrada se encuentra un hombre de más de setenta años que cuida esta pequeña biblioteca, tenia más historias de las que le son posibles recordar y su cuerpo esquelético era totalmente incapaz de matar a una mosca, pero, era un cuidador excepcional y de eso no cabía duda.

Con la información en mi poder di las gracias y sali del establecimiento. No me había animado a preguntarle ni a Ernesto ni Ama, ella se mostraba tímida ante mi presencia; como avergonzada, y él con su mejor cara de poker trataba de evitar el contacto conmigo en lo posible.

Pensé en ir a ver a Eneas, estaba a unos cuantos minutos de su recinto pero la simple idea se sentía incorrecta, venía de un gran duelo y si él no nos buscaba significaba que quería estar sólo.
Con Ben hablamos sobre eso... la idea es darle su pequeño espacio y ver que pasa, unos días y luego visitarlo porque a veces no sabes que queres compañía hasta que la tenes. Ben ahora está arreglando temas de su empresa, al parecer la persona que dejó a cargo realizó un gran trabajo y Benjamin sólo tendrá que firmar unos papeles y podrá tomarse más días libres lo que era realmente grandioso.

Mi vida en este momento se sentía como un reloj de arena en el que estoy completamente atrapada esperando lo inevitable, ahogarme en ese todo.

En la biblioteca también descubrí que Eneas podía andar con libertad por no ser originario de aquí, en otras palabras como si no fuera su obligación. Contrario a esto, en su caso es muy peligroso desertar porque puede considerarse una clara traición a la patria en la que vive. Complicado, el asunto tiene la palabra complicado tallada en todos lados.

Una salida razonable sería irse a otro lugar, pero por lo que se, uno de los pocos lugares no tan afectados en todo el mundo es este. También le queda mostrarse en público (o al menos en capital) lo menos posible, supongo que el optó por esta opción.

Cuando encontré a mamá en la peluquería parloteaba con otras mujeres que aparentaban una edad cercana a la suya comprobé lo superficial que eran, tan ajenas a la realidad, siempre en su burbuja social tratando de mantener un status y quitando este mismo a aquellos que en algún momento no pudieron mantenerlo.
Sabía que yo era igual, creo que me dolió más eso, con tanta gente en situaciones horribles, impensables, inhumanas y nosotras aquí. Hablando porque la boca debe usarse para algo, dejé de sentirme mal por mi pobre persona para sentir lástima por ellas cuando las escuché criticar. No sólo algo o alguien, lo criticaban todo.

Miré fijo a mamá, ella aunque estaba sentada a medio estaba lejana a todo ese mundo, su mirada pérdida y cansada me dio a entender lo que yo ya sabía. Estaba cansada de este maldito pueblo y de su gente, de las conversaciones de papel y de las personas huecas.
Me acerqué a ella y susurre un "te ves preciosa" me miró a través del espejo y le di una pequeña sonrisa, su cuerpo se relajó notablemente. De verdad se veía preciosa, su cabello con el nuevo tinte la hacia lucir diez años más joven.

En casa papá me abrazó y comenzó a gritarle a mi madre por algo que no llegue a entender, ella sólo lo miró, besó mi mejilla y subió las escaleras. Lo miré ensimismada tratando de descifrar que pasaba, no contestó mi pregunta tácita y se fue también pero en dirección contraria, abrió la puerta principal y se fue, sin más.
A veces me gustaría que no estuvieran más juntos, sabía que su amor no resistiría una tormenta demasiado fuerte, ni siquiera sé si en su mejor momento lo habría resistido. Ahora estaban dañandose uno al otro constantemente, porque la convivencia con alguien a quien preferirías no ver jamás ni haber conocido es así.

Algo curioso pasó por mi cabeza, la idea de que tal vez no debería pensar tanto, tal vez debería ser un poco más como las mujeres en la peluquería y un poco menos como... yo. Sonreí a medias y subi las escaleras de dos en dos, una sonrisa siempre, Ama me enseñó eso que tu día sólo mejora si así lo quieres tú.

Y mi día mejoró. Al entrar en mi habitación quedé extasiada, sabía que habría cambios porque Ben comenzaría a dormir conmigo pero no imaginé cuantos cambios se harían. Una cama matrimonial de tamaño mayor al que se estima reinaba el espacio central en la habitación, el dosel era digno de el cuarto de un Rey y una Reina, una cajonera a los pies de madera le daba un minúsculo toque masculino a toda la habitación, las cortinas habían sido cambiadas por un color que sentaba bien a ambos y sonreí.

Esto tiene que ser obra de Ama, sólo ella estaría tan atenta a esos pequeños detalles.

-¿Qué te pareció? - madre apoyada en el marco de la puerta me miró emocionada, tenia los ojos vidriosos y un circulo rojo al rededor de sus ojos en clara señal de haber estado llorando.
Decidí respetar su silencio, trague duro y la saliva raspó mi garganta enormemente pero hice como si no hubiera notado nada.

-Está precioso, de verdad. No imaginé nunca algo tan perfecto. Ama se ha esmerado.

-¿Ama? Auch.

-Quieres decir qué...

-De hecho, sí. -sonrió orgullosa de su trabajo en la habitación y seguido de esto me acerqué rápidamente para darle un fuerte abrazo, eramos de complexión similar así que esto no se dificultó. Jamás imaginé que ella se tomara tantas molestias por mí o Ben.

-Ahora que ya tienes a alguien que amas y que estoy más que segura que también te ama a ti, puedo estar tranquila ¿sabes? Mi mayor preocupación siempre ha sido encontrar a alguien maravilloso para ti, y él lo tiene todo. - tomó un segundo para seguir hablando y suspiró. - ahora si podemos ser amigas. - comenzó a reír nerviosamente.- se que la madre exigente que siempre he sido será difícil de desaparecer pero mi trabajo está hecho. Tu felicidad garantiza será por siempre mi gran logro en la vida. -tomó mi mano y la acarició, cambió el peso de su cuerpo de un pie al otro y siguió. - ¿suena loco?

Perderlo Todo (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora