PARTE III: "El secuestro, camino lento hacia mi propia muerte".
{Ojos ciegos}Tenía al hermanastro de Justin enfrente, alado, de mí. El chico que supuestamente había sido el culpable del secuestro de la ex novia de Justin; el niño que había envidiado tanto a su hermanastro, que terminó volviéndose loco. Me asusté al pensar que él estuvo internado en un manicomio hace poco, el cual se escapó sigilosamente; y no doy por menos, el hecho de que lo tenía a un lado de mí en estos instantes.
Pero... si él era mi primer sospecha del por qué estaba aquí, ¿Quién es el verdadero culpable?
Intenté imaginar, soñar y rogar que Justin no tenga nada que ver. Porque confiaba tanto... me había enamorado completamente, que dudaba más en mis ojos que en Justin. Y eso era caer demasiado bajo para mí. No podría soportar el enterarme de cosas que no quería.–Pero...
–Sí, soy el hermanastro de tu novio. –Respondió él, con una cínica sonrisa acompañando a sus palabras. Desgraciadamente, esa sonrisita no llegaba a sus ojos, que transmitían algo que no pude descifrar.
–¿Qué haces aquí? –Pregunté horrorizada.
–Lo mismo que tú, estoy secuestrado y quizás me maten –se encogió de hombros restando importancia.
Mi cabeza estaba por explotar, sin exagerar.
–Yo pensé que... –Jason me interrumpió.
–Pensaste que yo había secuestrado a Lucile... seguro sabes quién es. –Lo miré estupefacta. Yo estaba tan nerviosa y él tan tranquilo.
–Sí, pero fuiste tú... –susurré.
El lanzó una carcajada sarcástica.
–Me da gracia saber que mi propio hermano inventa cosas para dejarme mal. Después de todo, se nota que no es tan perfecto como el mundo cree, ¿no?
Desvié la mirada de sus furiosos ojos, y preferí mirar el lejano techo.
–¿Qué quieres decir con eso? –carraspeé tartamudeando. No podía ser lo que yo pensaba, no podía.
–¿Me crees capaz de secuestrar a alguien, _________? –preguntó. Mi foro interior contestó por sí solo, sin enviarlo a mi boca. –Justin te usó, es lo que hizo también con Lucy.Eso dolió.
–¿Y por qué entonces, estas aquí? –pregunté con apenas un hilo de voz.
Por el rabillo del ojo, sé que se encogió de hombros.
–Justin sabe que de niño le guardaba cierto rencor, pero eran cosas de niños... y cuando crecí lejos de él, él quiso matar a su exnovia y me culpó a mí, no sé por qué. Y bueno... –su voz sonó divertida, y yo me pregunté qué era lo gracioso. –Me enviaron a un manicomio, sabiendo que yo no estaba loco. El loco era... él.Tragué saliva en un intento de tranquilizarme, pero mi garganta estaba compuesta por púas que se iban cerrando cada vez más.
No podía llorar; no debía llorar. Llorar era el sinónimo de debilidad, y yo era totalmente lo contrario a eso. Yo era yo; yo era la chica que no lloraba y que se enamoró de una máscara que engañaba a todo el mundo.
Sin embargo, algo dentro de mí, decía que no podía confiar en Jason... por más convincente que sonara.Cerré los ojos, e intenté desatar mis muñecas una vez más, por millonésima vez. Desgraciadamente, ni siquiera se aflojaron, por lo que volví a tranquilizarme en el incómodo y sucio colchón; y no pude detener una lágrima que cayó sin querer. Esto era demasiado.
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Cuando desperté, lo primero que hice fue gritar.
Estaba atada a una silla, una silla de madera que rechinaba cuando me movían. Y me estaban tocando. Me estaban tocando todo el cuerpo, de una forma asquerosa.
Volví a gritar, con los ojos fuertemente cerrados. Pero la única respuesta que tuve, fue un gruñido casi animal, y esas asquerosas manos me seguían tocando el cuerpo cubierto solamente por mi ropa interior.
Abrí los ojos, e inmediatamente se me vidriaron de lágrimas. Ese fue un grave error, de verdad grave.
La mirada repugnante del tipo de piel oscura, fue lo único que vi. Sus ojos chispaban de deseo y algo que me dio miedo. Él me estaba tocando los senos, tan fuerte que me dolía demasiado. Oh, dios, dolía mucho.
Miré a todos lados, chillando de dolor, mientras el tipo disfrutaba de mi tortura. No había nada a mi alcance, Jason no estaba y yo me encontraba atada en una silla.
–P-por favor... –rogué con la voz apagada, asustaba, titubeante. –Pare, por-por favor –susurré.
Él rio, y se inclinó a besarme. Asco. Sólo sentía asco. Y miedo. Mucho miedo.
Estaba temblando, y él me estaba maltratando; tenía sus marcas por todo mi estómago, piernas y senos.
No tenía escapatoria. Él me iba a violar.
Y cada vez que me pegaba en las distintas partes de mi cuerpo, con sus manos, yo no podía retener los chillidos que salían de mi boca por el dolor. Mis mejillas, mi estómago, mis piernas y mi cabeza ardían de dolor, entonces... vi como el sacó una navaja.
<<Que esto sea una pesadilla... por favor>>. Pero no lo era.
–Dios, pare... por favor –Lloré aún más fuerte. Él volvió a reír pegándome en la mejilla con su mano izquierda, que no sostenía la navaja.
Cambió su siniestra sonrisa por una mirada furiosa.
–Has ocasionado muchos problemas, estúpida –gritó haciéndome estremecer y cerrar los ojos fuertemente.
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Ojos Ciegos ( Justin Bieber & Tu )
Random"Caminar sin ver el camino; sonreír sin recordar tu sonrisa; reír con alguien, sin reconocer su rostro; mirar a pesar de no poder observar; escribir sin ver tu letra e imaginar el mundo que te rodea."...