Capítulo 16 - Dolor físico y mental.

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- ¿Pue...Puedes verlo?- le pregunté.

- ¡Dime por favor que no han estado haciendo una total locura como en esas estupidas películas en el que se hacen pasar por muertos para poder tener un gran amor! ¡DIME QUE NO!- gritó.

- Es mucho más complicado que eso- le respondí. Mientras ayudaba a Ghost a reincorporarse.

- Entonces empieza a hablar- estaba enojada, furiosa.

- 3 horas y te lo explico- le pedí.

- ¡¿QUÉ?!- necesitaba hacer que se tranquilice. - ¿Sabes qué? Esta bien, contame cuando se te de la puta gana, yo también lo haré- me respondió, yéndose de mi casa, quise seguirla pero Ghost me tomó de la mano. Un sentimiento indescriptible.

- Necesitamos hablar de lo que pasó- continuó. Me solté de su agarre.- De lo que me atacó- siguió.

- ¿Qué?- la piel se me erizó.

- Hay algo aquí y no es nada bueno- me informó.

- ¿Tu golpe? Lo sé- traté de sonreír.

- ¿Puedes traerme un hielo?- me preguntó y yo asentí.

(...)

Mis pensamientos me están matando.

Volví de abajo para traerle el hielo a Ghost, el cual lo sostengo yo porque si no se cae cada diez segundos, y aunque todos saben que la curiosidad es algo que me gana, lo confundida me sobrepasa. ¿Cómo le voy a explicar todo a mi mejor amiga? ¿Qué demonios atacó a Ghost? ¿Por qué mi familia esta cada vez más rara? ¿Desde cuándo mi vida esta desmoronándose? Aunque la última la sé, desde la llegada de Ghost.

Él no tenía ganas de hablar y yo mucho menos, pero el silencio era demasiado incómodo.

- Empecemos por mi amiga- hablé. - ¿Por qué pudo verte?- sé que debería haber preguntado primero por él, pero sería muy obvio que realmente me había preocupado.

- Sabes que sólo son teorías, pero tu amiga estaba en el hospital en donde trabaja su madre, cuando la mía llego descompensada por que...me vio, aunque sólo por segundos. Y la madre de tu amigo le contó a ella que es lo que había pasado y creo que se trata todo de creer para ver- me respondió.

- ¿Creer para ver?- le pregunté.

- Exacto- confirmó. – La mayoría piensa que es ver para creer pero no, es creer para ver- continuó.

- Es una locura- respondí.

- Todo aquí lo es- aceptó.

- ¿Y cómo es que tu madre pudo verte?- le pregunté.

- Es una madre, ellas son medias brujas- me sonrió. – Y más cuando se trata sobre sus hijos- rió.

- Siento tanto esto- le comenté. – Sé que no querías que tu madre te viera así o se enterara de que andabas por aquí- continué.

- Hubiera sido mucho más difícil para ella superarme. Y lo será- aceptó.

- ¿Y lo de Jane? ¿Te enteraste que ella vio tu ataúd abier- me interrumpió.

- Sí, lo sé. No espere eso, fue un error- respondió.

- ¿Qué fue lo que te atacó? ¿Por qué sangraste? ¿Por qué te desmayaste?- cuestioné.

Él hizo una de sus típicas sonrisas ladeadas.

- Un demonio, tú lo has dicho, me atacó, me lastimó, tocó lo poco de mi humanidad que me queda. Y como tomó mi fuerza, me desmayé. Eso pasó- me informó.

Mi padre, su asesino. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora