Capítulo 20 - "Chicas infernales"

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Todavía era de noche cuando desperté en un departamento que no era el que yo conocía; ni siquiera era un departamento habitado, estaba totalmente abandonado.

- ¿Estas mejor?- entre las sombras pude visualizar el cuerpo de Ghost, y por el contraste usaba su estilo de siempre; sacos bien abrigados que cubrían su largo cuerpo, de estilo antiguo.

- Me sigue doliendo la cabeza, pero un poco menos- le informé. - ¿Qué hacías aquí?- le pregunté.

- Connor a estado aquí, por ahí averiguo algo nuevo- siguió.

- ¿Connor?- intenté recordar, pero el cosito de pensar estaba desactivado.

- El principal sospechoso de ser mi asesino- comenzó a acercarse al sillón en el que estaba sentada. – Novio de Jenna, hippie que estuvo en el bosque el día que me mataron- me recordó.

- Cierto- afirmé.

A pesar de que el departamento estaba vacío había un gran ventanal con vista al Empire State que permitía que entrara la luz de la luna, la cual me permitió ver cuando Ghost se sentó al lado mío.

- Hay una persona que viene detrás de mí- afirmé, pasando mis manos sobre mi cara. Estaba totalmente frustrada.

- ¿Lo dices por el vagabundo? No te preocupes, sólo debe haberte confundido con alguien más- comentó, sin darle importancia a que casi me matan.

- ¿Estas bromeando?- lo fulminé con la mirada. – ¿Casi me matan y tu estas diciendo que fue un error?- me levanté, queriendo salir del departamento. - ¡Casi me matan!- grité, no muy fuerte ya que la cabeza me seguía doliendo. Él se incorporó, poniéndose adelante mío y sacándome 2 cabezas de altura, como siempre.

- Estas muy paranoica, fue una equivocación. Te debe haber confundido, sólo eso- afirmó.

- Él sabía bien lo que hacía. Me dijo que le mandaron, me dijo que él lo mando.- continué.

- ¿Él? ¿Te das cuenta que puede haber consumido drogas?- continuó.

- ¡¿PUEDES CONFIAR EN MÍ?! ¡TE ESTOY DICIENDO QUE ALGUIEN QUIERE MATARME Y A TI NO TE IMPORTA!- me alejé de él, acercándome al ventanal.

- No estoy diciendo que no me importe- siguió y sentí su cuerpo posicionarse al lado mío. – Puede haber sido una equivocación, es Nueva York. Hay sicarios por donde quieras o vagabundos drogados que matan a gente sin pensarlo dos veces- continuó.

- ¿Y si a ti también te mataron por un error?- pregunté.

Él rió.

- ¿Hablas en serio?- contestó.

- Sí. ¿Y si la persona que te mató te confundió con otra? Tú no recuerdas nada de esa noche, puede haber ocurrido eso... ¿Y si nadie te mató?- aunque sabía que estaba en las menores de la posibilidad, que él me dijera que sí podía llegar a ser la solución para mis problemas.

- ¡¿ESTAS DICIENDO QUE ME SUICIDÉ?! ¡SINO LO RECUERDAS, TENÍA UNA BALA ATRAVESADA EN MI CABEZA! ¡POR CULPA DE T- Se detuvo.

- ¡¿POR CULPA DE QUIÉN GHOST?! ¡DEJA DE OCULTARME COSAS! ¡ESTOY SEGURA QUE SABES MUCHO MÁS DE LO QUE ME DICES! ¡SINO ME CUENTAS TODO JAMÁS PODRE AYUDARTE!- continué.

- ¡DEJA DE GRITARME! ¡SINO TE CUENTO LAS COSAS ES POR TU BIEN!- siguió.

- ¡OCULTAR LAS COSAS NUNCA ES PARA BIEN!- respondí.

- ¡SÍ LO ES, MÁS CUANDO TU VIDA DEPENDE DE ELLO!- me miró fijamente a los ojos una vez que procesó lo que me acababa de confesar.

- ¿Qué?- le respondí.

Mi padre, su asesino. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora