Capítulo 31 - "La maldición de la familia Johnson."

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— ¿Eras TAN irresponsable en el colegio?

— Mi vida esta siendo un desastre, tengo justificatorio. —solté el bolso en un banco de madera. Y parte de eso es por tu hermano.

— Escucha, no puedes venir una semana si y otra no. El gimnasio no te hará efecto.

— ¿Es ese el problema? Yo creí que era el profesor.

— Que graciosa.

Le sonreí sarcásticamente.

— Te sigo pagando, así que no se de qué te quejas.

— Como digas. —Jason se enoja mucho más fácil que Ghost, realmente él tiene un humor de mierda, como el mío. — Comienza con una serie de 100 sentadillas, 100 abdominales y 20 kilómetros en la cinta.

— ¿Es tu forma de vengarte? —ahora él me sonrió sarcásticamente. Le levantaría el dedo del medio pero la perjudicada sería yo.

(...)

— Mi hora terminó hace 40 minutos. —dije aún en la cinta caminadora.

— Y más vale que no faltes el miércoles. Sino tendrás que comenzar a venir los martes y jueves.

— Lo siento, ya los tengo ocupado.

Sólo se dio la vuelta y me ignoró. La transpiración recorría mi espalda.

— ¿Quieres que me saque la remera para motivarte? —apareció Thomas Moore.

— Eres un idiota.

Y lo hizo.

— ¿Ayuda?

— Arruinas mi vista.

— ¿Es por eso que te estas sonrojando?

— Tú me das vergüenza ajena.

— Si te doy, pero no sabía que vergüenza también.

Tarde un poquito en caer en lo que dijo.

— Hey ¿Te he dejado sin palabras?

— ¿Viniste hasta aquí para acosarme?

— Por dos razones: una, para ver si no me engañabas. —esperó para ver mi reacción; él si obtuvo mi dedo del medio saludándole. Rió. — Dos, para decirte que tendré que ir a un sitio, no estaré en todo el día. No me llames, en cuanto pueda hablar yo te aviso.

— ¿A dónde iras?

— Es mejor que no sepas, por ahora.

— Por ahora las pelotas. ¿A dónde vas Thomas Moore?

Pareció que el mundo dejó de andar, en realidad, la cinta caminadora se paró. Al frente mío se encontraba Jason mirándome, muy confundido e incluso dolido.

— ¿Qué acabas de decir?

— Perdón, me confundí de nombre. Quise decir Jason.

— Ni siquiera me estabas mirando cuando hablabas...

Me baje del aparato.

— Lo siento. —Jason se me quedo mirando pero luego bajó su mirada.

— ¿Y esto? —levantó la remera de Ghost.

— De mi novio, sólo me estaba motivando para seguir adelante.

— Así que ahora me presentas como tu novio...—escuché decir a Ghost.

— Eres muy rara. —siguió hablando Jason.

— Es lo más próximo a un halago que me has dicho. —le sonreí.

Mi padre, su asesino. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora