Camine hasta la cafeteria, entre y la campanita sono.
Busque a Andrew con la mirada, estaba sentado en una mesa de la esquina con vista al parque.
Me miro y sonrio.
Estoy pensando que todo esto es un sueño y que aun estoy en españa dormida con Daniel en brazos en mi recamara.
Todo esto es tan irreal, dos años atras todo era diferente, nunca saliamos juntos, el nunca sonreia, siempre me golpeaba, siempre andaba de traje, y ahora usa ropa que no lo hace parecer un empresario sino como un adolescente, no puedo creer todo lo que esta pasando, estamos juntos en una cafeteria, divorciados y hablando como si nada, como si esto fuera normal desde hace tiempo, pero nadie sabe la verdadera historia.
Me sente frente a el.
— Hola. — dijo aun con la sonrisa.
—Hola. — le sonreí de vuelta por cortesía.
— Te vez muy bonita hoy — dijo señalando mi ropa.
Llevaba un vestido blanco de manga larga pegado al cuerpo de la parte de arriba y suelto de la cintura para abajo y unas converse blancas, un maquillaje natural y mi cabello suelto con ondas, diran que deberia de vestirme con otra ropa porque hace frio pero raramente hoy hacia calor y aparte soy joven.
— Gracias. — senti como quise sonrojarme pero lo evite recordando todo lo malo. — También luces muy bien.
Nos quedamos viendo unos momentos hasta que una voz nos hizo desconectar nuestras miradas.
Tengo que dejar de verlo, no me puedo volver a enamorar de el, no puedo, no quiero y no debo.
Espero poder irme pronto y no verlo nunca mas, solo me hace daño.
— ¿Que van a ordenar? — la chica saco una libreta para nuestro pedido.
— ¿Que vas a querer? — me pregunto apoyando los codos sobre la mesa.
— Un capuccino y un brownie. — dije acomodando mi pequeña bolsa en el regazo con mi chaqueta.
— Un capuccino, un cafe y dos brownies, porfavor. —dijo viendo a la chica.
— De acuerdo, les traigo su orden. — dijo sonriendo y se retiro.
— Que me cuentas de tu vida en...
— España. — complete la pregunta. — Pues todo es muy distinto a como lo es aquí. Allá es tranquilo, muchas cosas y vistas hermosas. Ahí mantengo mi trabajo de diseñadora, manejo mi propia empresa y he logrado conseguir un buen hogar. Me ha ido de maravilla estos años, pude viajar a demasiados lados, puedo decir que mi vida es perfecta hasta ahora, soy muy feliz. — mencione, amaba mi nueva vida.
Una en la que Andrew no forma parte, una vida a la que quiero volver nuevamente y dejar ya Los Angeles.
— Eso es perfecto, me alegro mucho por ti, lograste tu sueño de diseñadora y ahora haz realizado tu cometido como mujer, felicidades. — sonrió mostrandome una mirada que no logre desifrar.
Se movio algo incomodo hasta que se quedo quieto mirando un punto fijo.
La chica llego con nuestra orden, lo agarramos y yo empeze tomandome mi capuccino.
— ¿Que hay de ti? — pregunte relamiendo mis labios.
— Perfecto, compre una casa y vendi la que anterior. — me tense. — Mi padre y yo logramos recuperar el dinero y las empresas. Además hicimos un contrato de fusionar la suya con la mía y hacer varias más en distintas partes del mundo. Mi relación con los chicos esta mejor ahora, estamos mas unidos que nunca. — mencionó.
Vendio la casa, nuestra casa.
— Tenemos que hablar.
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Cayendo En Sus Garras |Andy Biersack y Tu| en eliminacion próximamente
FanfictionDos años pasaron desde la ultima vez que tuvieron contacto. Ambos con caminos separados actualmente. Pero una razón por la que ella tiene que volver, y sus miedos la dominan nuevamente. Nadie pensaba que al verla regresar, se encontrarían con la sor...