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Camine por el pasillo llegando hasta el ascensor, presione el boton al lado de este esperando que las puertas se abrieran de inmediato. Cuando vi el espacio libre me subí inmediatamente. Jonah se puso a mi lado, presione el último piso pues nos encontrábamos en la media, las puertas se cerraron.

—¿No me vas a hablar? —no conteste.

La verdad es que no le quería hablar, ni siquiera quería verle la cara pues eso causaría más enojo en mi.

—¿Vas a ser inmadura? —si, seguiría de inmadura y por eso menos le contestare.

—Infantil —susurro frustrado, pues yo sabía perfectamente que le encabronaba que hiciera eso.

La puerta se abrió a lo que salí de ahi seguida por el, llegue a mi oficina y Kelcy estaba al teléfono.

—Entonces la cita esta programada para el miercoles, claro que si, igualmente, adiós. —colgó observándome con el ceño fruncido —¿Que haces aqui?, pense que estarias ordenando todo para la siguiente cita? —apoyo los antebrazos en el escritorio esperando mi respuesta.

Lo siento Kels pero tengo que ir a casa hoy, Dani se enfermo —mentí, aunque no del todo. Dani si estaba enfermo pero el medicamento estaba haciendo su trabajo siendo ya muy poca la tos y alergia, pero ir a casa era por el capricho de Jonah.

—¿Enserio? —note la preocupación en su voz pues ella siempre quiso a mi hijo desde que nos conocimos y este era un pequeño bultito en mi vientre, lo nombro su sobrino al instante -"Oh mi pequeño, luego ire a visitarlo. —abandonó la silla caminando hacia mí apretándome en un abrazo a lo que sonreí.

—Por cierto ____, si la cita de hoy la dejas para mañana se te van a juntar tres, quieres que cancele las de hoy y las deje para otro día? pregunto alzando las manos a modo de pregunta.

Agendala para mañana puedo con las tres. —tome mi bolso junto con las llaves del auto.

¿Segura? Si quieres hoy lo puedo hacer yo, no hay problema. —y por eso la adoro, siempre se preocupa por mi haciendo algunas veces mi trabajo esforzándose de más en ello a pesar de que le digo muchas veces que no lo haga. Es mi mejor amiga no solo mi empleada.

No, gracias Kels pero no puedo dejarte tanto trabajo, además mañana que venga no me ire a casa, me quedare contigo aquí a trabajar. —resalte las palabras. —bueno me voy, cuidate y vete a casa temprano. —ordene sería.

Claro que si, solo hare unas llamadas y cambiare las citas de hoy a mañana, cuidate y cuida a Dani, adios Jonah —me dio un último abrazo y se despidió de mí con la mano.

Adiós. —despedí en la puerta antes de abrirla. Salí del edificio con Jonah siguiéndome por detrás sin decir palabra alguna.

Subí a mi auto rápidamente pero una mano sostuvo la puerta cuando estaba por cerrarla. Suspiré soltando un bufido frustrada, no tenía ganas de pelear y menos con el pero me estaba tocando la moral, coloque las manos en el volante apretando dejando notar mis nudillos blancos por la fuerza, no le dirigí la mirada.

—____ vamos, no puedes estar enojada conmigo. —optó por inclinarse y tomar mi barbilla para observarlo.

—Si, si que puedo. —enojada lo empuje con mi codo tomando la puerta a la vez cerrándola con fuerza y colocando el seguro.

Lo puse en marcha y sali de ahí observando por el retrovisor que Jonah subió al suyo.

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Llegue a casa metiendo el auto a la cochera presionando el botón que estaba en el retrovisor cerrando la puerta eléctrica, por el rabillo del ojo pude ver que la de alado se abrio dejando pasar el auto de Jonah. Baje poniendo la alarma y abrí la puerta individual para salir de la cochera.

Llegue hasta la puerta de la casa abriéndola y justo cuando Jonah iba a pasar se la cerre en la cara. Sonreí de lado, cuando la puerta de volvió a abrir la borre, recorrí el tramo hacia la cocina y un vaso de agua.  Un golpe en la barra me sobresaltó haciéndome atragantar con el agua.

—____ no puedo creer que te comportes asi solo porque te saque del trabajo para estar con nosotros. —elevó el tono haciéndome enfadar más.

—¡Haber Jonah, en primera es tu culpa que yo este asi, en segunda no tenias porque sacarme del trabajo por un capricho tuyo de que este aqui en casa contigo y con Dani!. Yo se cuando llegar a mi casa, y en tercera ya no vas a tener viajes en estos meses, yo solo te estoy pidiendo una maldita semana y me tendras libre, ahora solo quiero estar en mi oficina haciendo lo que tengo que hacer. —explote sin más. Odiaba que me tratara así, no estaríamos discutiendo de no ser por su culpa. Todos los problemas empiezan por el, siempre.

—Prefieres estar en la oficina, que estar con Dani y conmigo? —chantajeó pero de igual manera me hizo sentir mal.

Tenia los ojos tristes mirando al suelo, estoy siendo demasiado dura, estoy poniendo mi trabajo antes que a el y a Dani, quiza estoy obsesionada con ser libre. Rodee la barra cruzando mis brazos por detrás de su cuello uniéndonos en un abrazo, quizás sería bueno hacerle caso.

—Perdón, tienes razón. —mire sus ojos. —es solo que tengo bastante trabajo y no se que me pasa, y si también tienes razon, tengo que estar contigo y con Dani. —alce los hombros dándome por vencida a lo que sonrío abrazándome por la cintura y yo enredé nuevamente mis brazos en su cuello. Me estaba arrepintiéndome de ceder.

Dejo un beso en mi cuello causándome escalofríos, eche mi cabeza hacia atras dandole mas acceso a el, comenzó a bajar sus labios hundiendo su rostro en el escote de mi blusa dando besos humedos haciendome estremecer y enterrando mis manos en su cabello mientras las suyas acariciaron mis muslos con los pulgares enterrando sus dedos en mi piel para hacerme levantar enredando mis piernas alrededor de su cintura.

Sabíamos lo que estaba por suceder.

—Te necesito..

Un lloriqueo nos hizo asustarnos y nos separamos rapidamente. El calor que sentia se fue pero la exitacion seguia ahi.

Lo quite de encima mío bajando de la barra, acomodé ropa y camine a la puerta de la cocina. Sentí que sus brazos envolvieron mi cintura.

—¿A donde crees que vas? —susurró sensualmente en mi oido. Esto podía conmigo y el lo sabía.

—Tengo que ver a Dani —sonreí.

—Bueno.. —su mano viajo hasta mi entrepierna acariciando y apretando por encima del pantalón. —Pero en la noche no te escapas. —me solto dandome una nalgada.

Subí las escaleras, llegando al cuarto de Dani, cruzando el marco de la puerta lo vi en la cuna llorando, estirando sus brazitos y dando pataditas.

—Tranquilo mami ya esta aqui, que tiene mi angel. —hable tiernamente calmándolo para tomarlo en brazos. Soltaba pequeños lloriqueos mientras estiraba sus piernitas haciendo berrinche.

Tome su biberon de la cómoda agitándolo para después dárselo mientras lo arrullaba tarareando una cancion de cuna, se durmio y lo acoste nuevamente.

Amaba a mi hijo, simplemente, fue un milagro.

Cayendo En Sus Garras   |Andy Biersack y Tu| en eliminacion próximamenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora