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El manotazo que soltó a la barra me hizo dar un brinco.

— Carajo.. — de verdad estaba enojado. Me dio una mirada y después continuó dando vueltas por la cocina.

La situación era esta. Muy complicada.

Después de la llamada que recibí me detuve a pensar un momento las cosas, en que haría y que sería lo que diría. Espere varias horas hasta que Andrew despertó y lo lleve a mi oficina para hablar sin que Dani escuchara nada y para no despertar a Dennis.

Le comenté sobre lo que había pensado desde hace tiempo; de que quería regresar a trabajar normalmente como antes lo hacía. Su respuesta fue que no lo necesitaba, que aquí en casa tenía todos mis materiales sin necesidad de estar yendo y viniendo de una empresa todos los días.

Trate de convencerlo pero su respuesta fue un rotundo no.

Hasta que agregue lo que Kelcy me dijo esta mañana. De que tenía que volver a Nueva York para resolver mis asuntos o mi empresa terminaría por quebrar.

Su punto límite fue cuando le dije que tomaría un vuelo hoy mismo. Me lo prohibió.

Sin embargo ya había comprado el boleto, percatándome de que está situación pasaría y así no habría vuelta atrás.

Y salió de la habitación maldiciendo al aire y buscando su celular, el cual también me había dado la molestia de esconder. Era obvio que marcaría a la aerolínea para cancelar mi vuelo, eso ya lo veía venir.

Dejo la sala echa un desastre, igual que la habitación, su oficina y los cajones de la mía pero sin obtener éxito en su búsqueda. Mientras yo iba tras él para hacerlo cambiar de opinión.

Hasta que solté el detonante por abrir de más la boca.

Y ahora nos encontrábamos discutiendo en la cocina, yo con su celular en mano de un lado de la barra y él con los nudillos blancos y observándome enojado desde el otro.

— Andy porfavor, dedique mi vida en Esto, bastante hice por mi empresa y luche para sacarla adelante. — en este punto las lágrimas me salían solas, conforme pasaban los minutos no solo estaba quizás perdiendo mi relación, estaba perdiendo lo que tanto me costó construir. — si me amas como tanto dices, demuéstramelo.. solo necesito que me apoyes. Es lo único que te pido. — rogué.

Su expresión se ablandó poco a poco hasta que cerró los ojos golpeando nuevamente la barra con el puño; frunció el ceño y exhaló.

— ¿Y que pasará con los niños? — ahora me tocó a mi mirarlo confundida.

— ¿A que te refieres?, tu los cuidarás mientras yo estoy fuera esta semana, eres su padre. — me puse seria inmediatamente. Algo no cuadraba.

La expresión de Andrew era de frustración, cómo debatiéndose entre decir algo o callar.

Lo mire esperando una respuesta negativa, la cual no llego. Suspiro apretando el punte de su nariz.

— Nada. Si, yo me quedaré a cuidarlos. Puedes irte tranquila. — una mueca como sonrisa se hizo presente.

Rápidamente rodeé la barra y corrí a abrazarlo por el cuello dejando varios besos en sus mejillas, barbilla y labios. A lo cual me cargo colocando mis piernas alrededor de su cadera, apretándome más a su cuerpo.

— Gracias amor, arreglaré todo los más pronto posible para regresar y estar con ustedes, lo prometo. — bese sus labios nuevamente.

— Te esperaremos con ansias cariño. — apretó mi trasero causando que riera.

— Ya se quien me extrañará más. — bromee.

Contenta, baje de sus brazos para ir a despedirme de mis niños.


Cayendo En Sus Garras   |Andy Biersack y Tu| en eliminacion próximamenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora