Lo juro

Epílogo

Una patada sobre mi rostro me despertó de golpe. Me había dado de lleno en la nariz y pronto mis ojos soltaron lágrimas en respuesta al dolor. Corrí lentamente el pie de Isa y la acomodé mejor en la cama, ni dormida podía estarse quieta. Levante mi mirada para encontrarme con An dormida, lo cual planto una sonrisa en mi rostro. A pesar de que llevaba todo el pelo enmarañado se seguía viendo hermosa. Creo que jamás me acostumbraría a la sensación de amanecer a su lado.

Me levante despacio y me asome a la cuna de Thiago, quién dormía tranquilamente. Cubrí su pequeño cuerpo con la manta y deposité un beso en su mejilla. Busque mis shorts de jogging y una camiseta de manga corta. Era pleno verano y dormía en bóxer, más teniendo a la estufita de mi hija durmiendo con nosotros en la cama.

Baje las escaleras y pegue un salto al pisar unos de los juguetes de Isa, estaban por todos lados. Los recogí y los coloqué en el canasto de juguetes que teníamos en la planta baja. Acá abajo la temperatura era agradable, por suerte esta casa siempre había sido fresca. Entre en la cocina con la intención de preparar el desayuno, pero el llanto de Thiago me interrumpió antes de que lograra sacar las tazas de la alacena.

Subí los escalones de dos en dos y entre a nuestro cuarto intentando no hacer mucho ruido. An estaba parada al lado de la cuna y sostenía a Thiago en brazos mientras lo acunaba. Mire hacia la cama y note que Isabella ni siquiera se había movido, esa niña dormía como un tronco.

Me acerque a mi mujer y deposite un tierno beso en sus labios.

—Buenos días.

—Buenos días amor.

Mire a mi hijo quien fruncía el ceño, estaba a un paso de ponerse a llorar de nuevo.

—Creo que este pequeñín tiene hambre.

—Así parece —dijo con su voz adormilada.

Ana se dirigió hacia la silla que teníamos en un rincón y se acomodó para poder darle el pecho. Hizo una mueca del dolor ni bien Thiago se prendió a su pezón. Nuestro pequeño ya había cortado sus primeros dientes y eso la lastimaba a ella y me dejaba a mí con orden de restricción de aquella zona.

—¿Necesitas algo?

—Estoy bien ¿Hace mucho despertaste?

—No, recién había bajado, estaba por ponerme a preparar el desayuno.

—Yo quiero una taza grande de café con leche y dos, no, mejor tres de esas donas que compraste ayer.

Me reí ante su comentario.

—¿Qué? Este chico me seca, necesito alimentarme.

—Por supuesto amor —dije aun divertido.

Me acerque y me arrodille quedando en cuclillas frente a ella. Me acerque a su rostro con la intención de besarla, pero frene a unos centímetros de su boca.

—Te amo —dije sobre sus labios.

—Te amo —respondió ella.

La bese tiernamente y cuando me disponía a pararme Isa se abalanzo sobre mi espalda, abrazándonos a los dos desde atrás mío.

—Cuidado con tu hermanito bella —la rete.

—Perdón —dijo ella arrepentida.

Depositó un beso en la pequeña mejilla de su hermano y luego nos regaló uno a su madre y otro a mí. Thiago se separó del pecho de Ana y nos observó curioso.

—¿Quién quiere una chocolatada?

—¡Yo! —gritó Isa.

—Muy bien.

La subí a cocochito sobre mi espalda y antes de levantarme le di un pico a An.

—Te esperamos abajo.

—Termino y voy —dijo posicionando a Thiago nuevamente en su pecho.

Un sentimiento de paz y alegría me embargo, era inmensamente feliz, habíamos formado una hermosa familia. 

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Hola!!! Aquí les dejo el Epílogo, es cortito pero es un pequeño vistazo de sus vidas juntos. 

Bueno, llegó la hora de la despedida :'( Muchas gracias a los que me acompañaron en esta aventura, les agradezco de corazón por sus votos y bellos comentarios!

Nos estamos leyendo en algún otro lado :)

Adiós!!