Littles Horan (n.h.) TERMINADA

4.

        Connor.

Como siempre, mamá tenía que venir a buscarme al finalizar el entrenamiento con el equipo. Pero hoy, llegaba tarde. Me quede esperando junto a los demás chicos que esperaban también. No dejaban de bromear sobre mi último ligue, algo que no me importaba en absoluto. Sólo le había dado un par de besos hace unos días a una chica, nada más. Pero como soy Connor Styles, capitán del equipo de fútbol, todos hacen un espectáculo de esto. Mamá llegó al rato con su coche, odiaba ese Mini rojo. No entiendo como le podía gustar un coche así, el coche de papá molaba más.

-Siento haber tardado, cariño.-dijo ella desde su asiento.

-No te preocupes.-le sonreí y le besé en la mejilla.

-Tu padre me ha mandado una nueva girlband y he tenido que arreglar todo el papeleo para representarlas. Ha sido agotador.-dijo mientras miraba la carretera y comenzaba a conducir.

-¿Cómo se llaman?-pregunte.

-No lo sé.-se rió.

Yo sonreí, mamá nunca cambiaría. Ella podía representar a miles de famosos, pero nunca se acordaba de sus nombres. Sólo del de la tía ______, y porque era como una hermana para ella.

-¿Qué tal el día hoy?-preguntó.

-Muy bien.-sonreí.- Pronto tendremos un partido importante y estamos entrenando muchísimo.

-Te ves agotado.-dijo mirándome de reojo.

-No, no. Tampoco es para tanto.-me reí.

Ella sonrió y siguió conduciendo. Mamá era muy divertida. Siempre estaba preocupándose de mí, aunque cuando hago algo mal se enfada mucho. Odia que a veces me centre más en el fútbol que en los estudios, pero es que no me gusta estudiar. A nadie le gusta. Al llegar a casa, mamá se fue directa a hacer la cena mientras yo subía a coger el portátil. Papá se conectaría por Skype conmigo en cuanto le avisara. Odio cuando se va tan lejos durante meses, pero es su trabajo y él ama hacer eso. No hay nada mejor que ver a mis padres ser felices.

-Hola, papá.-sonreí al verle en el otro lado del portátil.

-Hola, C. ¿Qué tal hoy?-preguntó.

Tenía su pelo largo recogido en un moño, le encantaba el pelo largo.

-Bien, aunque mamá se ha vuelto a olvidar de mí.-dije poniendo los ojos en blanco.

Papá se rió mucho, ya era algo normal.

-Habrá tenido mucho trabajo hoy.-sonrió.

-¿Qué tal todo por ahí?-pregunte yo.

-Muy bien, ya hemos acabado el segundo concierto que haremos en esta ciudad.-suspiro cansado. Tenía la voz algo ronca, más de lo normal.

-Descansa, mañana estarás mejor.-dije.

-Si, eso espero. Pero con Louis por aquí va a ser imposible.-se quejó.

Yo me reí, Louis era el más bromista de los cuatro. Podían pasar los años y él seguía siendo el mismos chico de 24 años, aunque ahora tuviera algunos más. Louis era como mi segundo padre, pero él era más guay porque siempre me decía que hiciera locuras y contradecía a mis padres.

-¿Por qué hablas de mí con mi primer hijo?-dijo Louis, empujando a papá para ponerse él.

Según Louis, yo era su primer hijo y Matthew y Jade los segundos.

-Hola.-le salude. Papá le miro mal y se hizo sitio para verme.

-No le hables, Connor. Es un idiota.-dijo papá.