Littles Horan (n.h.) TERMINADA

29.

                    Jade.

-¡Jade Horan!-gritó mamá entrando a la habitación. 

Mi cabeza daba vueltas debido al sueño que tengo. No sé que hora es ni me importa, la única cosa que quería hacer era seguir durmiendo. Mamá sonaba muy molesta, abrió las cortinas de la habitación con poca delicadeza y me arrancó las sábanas del cuerpo.

-Quiero que te levantes ya. Es una orden, no pienso repetirlo más.-dijo seriamente.

Abrí poco a poco los ojos y me encontré con la mirada furiosa de la mujer que me trajo a la vida.

-¿Por qué tu novio está en la habitación de invitados y apesta a alcohol y drogas?-dijo ella cogiéndome del brazo y sentándome frente a ella.

-Mamá, me haces daño...-me queje sintiendo como se enrojecía la parte en la que me agarraba con demasiada fuerza.

-Dime que tú no te has acercado a esas cosas, Jade.-dijo ella duramente.

-No, mamá. Parece que no me conocieras.-dije poniendo los ojos en blanco.

-Estoy furiosa contigo, te lo juro. No sabes las ganas que tengo de pegarte. ¿Qué ha pasado para que acabase ese idiota así?-se levantó de mi lado y comenzó a caminar por la habitación, nerviosa.

-Se llama James...

-Me importa una mierda.-me interrumpió.- Estás castigada, me da igual lo que haya pasado. Ya hablaremos cuando esté más relajada pero no creas que te salvaras de una buena bronca.

-Mamá pero yo...-dije mirándola incrédula.

-Vete y encárgate de él. No me hagas enfadarme más.-dijo señalando la puerta con gesto hosco.

Me levanté resoplando y caminé por la casa. Matt estaba haciendo su cama mientras me fije que Connor seguía durmiendo en la habitación. Inconscientemente me llevé una mano a mis labios. No sé como sentirme ahora mismo, ni siquiera sé que es lo que quiero. Connor me había sorprendido mucho con ese beso y no iba a negarlo. Mi parte ingenua pensaba que todo esto estaba siendo como una película de amor en la que al fin podría tener un final feliz con la persona que amé desde el principio. Pero mi parte racional se sentía mal por haber permitido algo así siendo la novia de James. Él no se merecía eso aunque anoche hubiese llegado a asustarme con su comportamiento. No me resultaba fácil asimilar que todo este tiempo no ha sido totalmente sincero conmigo como yo lo he sido con él. Estaba decepcionada con James. ¿Acaso todos los hombres en los que me fijo van a acabar decepcionandome siempre?

-Buenos días.-dije entrando a la habitación. Había cogido una pastilla y agua antes de llegar, creo que la necesitará.

-Hola.-sonrió él en mi dirección aunque pude notar que no era del todo verdadera.

Estaba tocándose la cabeza mientras miraba al suelo, no sé en que estaba pensando pero me interesaba mucho saberlo. Deje el vaso y la pastilla en la mesa de noche y me quedé de pie lo más alejada de él sin que se notase mucho mi actitud distante.

-Lo siento, de verdad. No quería que ocurriera eso. Perdóname, Jade.-me miró. Aún tenía los ojos rojos y el olor de su ropa no era el más agradable de oler por la mañana-

-Estoy confundida. De verdad quiero saber que pasa para que tú hubieses acabado así pero me asusta que no me guste el James que sé que me estás ocultando.

-Lo siento. Estás en todo tu derecho a odiarme, lo merezco.-dijo él evitando mirarme.

-¿Por qué?-pregunté apoyándome en la pared.