Matt.
Estoy aterrorizado. No salí en todo el día de mi habitación y busqué cualquier indicio de que me hubieran hackeado. Pero, ¿a quién quiero engañar? ¿Cómo van a hackear mi ordenador si lleva dos semanas apagado? No quería pensar, como Connor, que James tenía algo que ver. Odio saber que él puede tener algo que ver. Nunca debí haber hecho esa foto, debimos ir a la policía pasara lo que pasase. Connor y Adri inundaron mi teléfono con mensajes en los que ponían que no tenía la culpa de nada. Igualmente, me sentía así.
Pasamos una semana escuchando a papá y mamá pelear. Estoy realmente asustado, Jade igual. Sus gritos eran lo único que se escuchaban en toda la casa por la noche. Jade solía venir a mi habitación, se acostaba a mi lado, me abrazaba con fuerza y cerraba los ojos con fuerza para evitar escuchar los gritos e insultos. Papá intentaba llegar a mamá y explicarle que esa foto era mentira pero mamá, como buena cabezota que es, no quería escucharle y le decía de todo. Mamá estaba sufriendo, lo sabía, tanto o más que papá. Todo estaba tan bien y ahora sucedía esto, me sentía un completo asco por causar que mis padres peleen.
-Me duele la cabeza.-susurró Jade con los ojos cerrados. Yo miraba al techo mientras escuchaba a mamá gritarle a papá palabras que nunca había oído salir de su boca.
-A mí también. Parece que nunca van a parar.-suspiré sintiéndome la peor mierda del planeta.
-No quiero que ellos se separen, Matt.-una lágrima resbaló por su mejilla.
-No lo harán, ellos pueden con todo.-intenté convencerme a mi mismo.
Mamá gritó muchas más cosas, papá tampoco se quedó atrás y le gritó que estaba harto de que no le escuchase y no confiara en su palabra. Un gran portazo se escuchó, como es rutina, y se oyeron las pisadas de papá por el pasillo. Papá iría a dormir al sofá y la discusión de esta noche terminaría al final. Hoy había durado menos, solo era la una y media de la mañana. De pronto, un segundo portazo se escuchó e hizo que me levantara como un resorte.
-¿Por qué ha habido otro portazo?-dijo Jade incorporándose.
-No lo sé, quédate aquí.-salí de la cama sintiendo mucho miedo. ¿A dónde iría papá a estas horas?
-Ni lo pienses, iré contigo.-se levantó decidida.
-¡Ni se te ocurra, Jade! Quédate aquí e intenta dormirte.-gruñí con cara de pocos amigos.
Ella asintió asustada, nunca le había hablado así pero no me arrepentía. Se volvió a acostar y yo salí despacio de la habitación. Miré desde las escaleras y no conseguí ver a papá acostado en el sillón. Tragué el nudo de emociones y caminé con pasos temblorosos hacia la habitación de mis padres. La luz seguía encendida y se escuchaban los gritos ahogados de mamá. Me atreví a entrar. La habitación estaba hecha un desastre, habían cosas rotas en el suelo y creo que alguien le había dado un puñetazo a la pared. Mamá estaba sobre la cama mal hecha con la cara entre las almohadas. Gritaba y lloraba como si estuviera loca hasta que un espasmo recorrido su cuerpo y salió corriendo hacia el baño. Ella estaba tan mal, su rostro estaba pálido, tenía unas enormes ojeras y debido a que no comía nada comenzaba a notarse la falta de alimento en su cuerpo. Nada tenía que ver con la mujer feliz que había llegado a Los Ángeles hace una semana y poco más.
-¿Necesitas ayuda?-dije desde la puerta del baño. Ella estaba arrodillada en el suelo, echando lo poco que había comido.
-Agárrame el pelo, por favor, Matt.-suplicó.
Me acerqué a ella e hice lo que me pidió. Tiré de la cadena cuando terminó y la ayudé a levantarse. Ella me abrazó con fuerza y siguió llorando contra mi pecho. Estaba destrozandome ver a mi madre así.

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Littles Horan (n.h.) TERMINADA
SonstigesNadie le dijo a ______ y a Niall que la vida como padres de dos adolescentes sería fácil. Los continuos problemas amorosos de su hija y la misteriosa vida de su hijo les traerán miles de problemas a casa. Para colmo, sus inmejorables carreras artíst...