Littles Horan (n.h.) TERMINADA

11.

Matt.

Mamá nos había dejado temprano en el instituto, ya que debía ir a no se donde. Jade, como ya era costumbre, fue casi corriendo junto a James y me abandonaron. Me sentía mal al ver como esos dos pasaban de mí desde que son "mejores amigos". ¿Qué clase de amigo es James? Se suponía que estudiar juntos en el mismo centro sería divertido. Agradezco ver como Jade vuelve a sonreír, pero no me gusta que pasen de mí. Sabía que James sentía algo por Jade, desde hace algún tiempo, y sabía que si los presentaba ocurriría esto... A veces la cura es peor que la enfermedad.

Mi mochila pesaba tanto que podía utilizarla como pesa, además de que mi cabeza daba vueltas del dolor que sentía. Debí quedarme en casa y no venir a clases, pero mamá no me lo permitió. Estaba algo extraña últimamente así que decidí no preguntar que ocurría, seguramente me gritaría y no quería que me doliera más la cabeza. Parecía que hoy todos gritaban más que de costumbre. Es horrible tener dolor de cabeza, no se lo deseo a nadie. Como cada mañana me fui a buscar los libros a mi taquilla, la cual parecía estar más lejos de lo que normalmente estaba. Debería llamar a la tía Sarah o a mi abuela, ellas seguro que sí me dejaban quedarme con ellas estando enfermo. Mamá no, ella es especial.

Saque la llave de mi bolsillo y abrí la taquilla. Una de las fotos que tenía junto a mis padres y Jade se cayo al suelo, debía pegarlas con algo más fuerte, siempre se caen. Me agache, sintiendo un pequeño mareo y recogí la foto. Me quedé helado al verla, juro que en ese momento mi corazón se detuvo del pánico. Las caras de papá y mamá estaban tachadas con un rotulador rojo, y la de Jade tenía un interrogante. De repente, mi respiración se volvió pesada y sentía que me iba a caer. ¿Quién demonios habría hecho algo así? ¡¿COMO MIERDA ABRIERON MI TAQUILLA?! Volteé la foto y vi que tenía algo escrito:

"Bonito, ¿no? Espero que te guste... Matthew."

El pánico me controló completamente. Soy muy asustadizo y, si esto era una broma, no tenía ni puta gracia. Mire alrededor deseando ver a James con una sonrisa burlona y diciendo que me lo había creído, que mi cara había sido genial. Pero no encontré nada, sólo a los demás alumnos mientras pasaban hablando y riendo. Trague como pude y acabe con lo que tenía que hacer ahí, pero metí la foto en mi bolsillo. Seguramente algún graciosillo quería verme la cara de tonto y no lo conseguiría. Me fui directo a mi siguiente clase, sin ni siquiera buscar a Jade y James. Necesitaba relajarme, no quería que el dolor de cabeza aumentara. Me senté en mi lugar, no había mucha gente aún en clase así que cogí un momento para tomarme una pastilla. Tocaba química a primera hora y mi cabeza no estaba para andar pensando en todo lo que debíamos hacer en el experimento de hoy. Saque los libros y me puse a repasar algo, quedaban 10 minutos para que empezara la clase. Encontré un pedazo de papel en medio de unas páginas que hablaban sobre los enlaces químicos:

"No te asustes, Matt. No me gustaría que tuvieras otro ataque de pánico como cuando estas entre mucha gente. Igual que en aquella fiesta a la que tus padres te llevaron cuando tenías 11 años. ¿La recuerdas? Los paparazzis les asaltaron de repente y Louis Tomlinson tuvo que sacarte en brazos. Buenos recuerdos, ¿no crees? No me temas, Matthew. Sólo quiero algo de ti, si eres bueno a lo mejor tus padres y tu hermana no sufren daño alguno. No les digas nada, sé todo de ti y me enterare. Ten un buen día, pronto te llegarán más papelitos con lo que debas hacer para tenerme contento."

Comencé a temblar como un jodido lunático, sentía una gran opresión en el pecho y el corazón me iba tan rápido que temía que se saliera. Pero, ¿qué mierda?

-Matt, ¿te encuentras bien?-dijo una voz femenina a mi lado.

Levante la mirada y me encontré con Adriana, quién me miraba preocupada. Sentía miedo, nunca antes me había sentido así. Lo único que fui capaz de hacer fue abrazarla, necesitaba sentir la calidez de un abrazo. Aunque pareció sorprenderle, me devolvió el abrazo tembloroso que yo le había dado.