Littles Horan (n.h.) TERMINADA

33.

                          Connor.

Estaba esperando pacientemente con Adriana para que nuestro equipaje llegase. Mamá y papá nos habían enviado junto a Louis, Liam y Matt pero estos tres se habían quedado delante de nosotros. Necesitaba hablar con mi mejor amiga de cualquier manera posible.

-¡¿Qué!?-gritó en cuanto terminé, todo el mundo nos miró.

-Baja la voz.-susurré sonriendo a los tres chicos que nos miraron confundidos.

-¿Has perdido la virginidad con la chica que te gusta y me mandas a bajar la voz?-me miró fingiendo indignación.

-No sé para que te cuento nada.-puse los ojos en blanco.

-¿Acaso sabías que debes hacer o fuiste un completo patán?-se rió.

-Creo que lo hice bien.-me sonrojé.- Pero no quería contarte eso, por favor, déjame hablar.

-Está bien, está bien. Esto es increíble.-murmuró.- ¿Qué pasa por tu cabeza?

-¿Crees que ahora todo sea más fácil para mí y para Jade? ¡Estoy nervioso! Me da tanto miedo, siempre que estamos bien algo hace que peleemos. No quiero que eso pase de nuevo.

-No pasarás. ¿Ya has visto que tenía razón? Ella sigue tan enamorada de ti como al principio, nunca dejó de amarte. Me vas a felicitar por tener razón, ¿verdad?-sonrió.

-Creo que no, no quiero que se suba tu ego.-me burlé.

-Te mereces que Jade te abandone de nuevo, eres cruel.-gruñó.

-Era broma, no te enfades.-me reí abrazándola.

-Comenzaré a odiarte pronto, te lo aviso.-dijo seriamente.

-Nunca podrás odiarme.-sonreí.- Tú me amas.

-Lo que digas.-

Por fin pudimos coger las maletas y volver con los demás. Mi móvil comenzó a vibrar con todos los mensajes que comenzaron a entrar. Mamá y _____ nos habían prohibido encender los móviles durante las vacaciones, querían estar alejadas del mundo completamente. No querían saber ninguna noticia ni recibir mensajes del trabajo, así que nos obligaron a todos a apagar los móviles y no encenderlos hasta llegar a casa. Así de especiales son.

Cuando llegamos con ellos, mamá tenía a _____ cogida del brazo mientras la otra lloraba con la cara roja de rabia. Miré a Louis, Matt y Liam, los cuatro estábamos completamente confusos. Niall estaba con papá y tenía la marca roja por un golpe en la mejilla. Los periodistas estaban por todos lados. Mamá tapó la cara de  _____ y se acercó a nosotros, pasándonos de largo para salir lo más rápido posible de ese revuelo.

-Es un idiota.-decía una y otra vez la tía mientras sollozaba. 

Miré a mamá y con su mirada pude entender todo. Matt tenía el rostro descompuesto y Adriana se había puesto pálida. Comencé a respirar entrecortadamente, intentando no desmayarme. Louis y Liam se fueron con los otros dos y me acerqué a mi amigo.

-¿No podías esperar, idiota?-dije con voz dura, estaba asustado.

-No se la he enviado.-dijo Matt mirándome con los ojos cristalizados.

Comencé a temblar como un chihuahua. Adriana tuvo que sostenerme antes de que me cayera.

-No, no... ¿Cómo?-susurré.

-Tranquilízate, Connor. Todo estará bien.-dijo ella abrazándonos a ambos.

-James.-murmuré.- Él estuvo en tu casa, Matt. No pudo haberla conseguido de otra forma. James tiene que ver algo aquí.-dije con voz temblorosa.