Littles Horan (n.h.) TERMINADA

36.

                                   Jade.

Pasamos todo el día preocupados por mamá. Harry intentaba animarnos y se esforzó mucho porque no pensáramos en ello, pero fue imposible. Matt estaba mucho más afectado que yo y todos podíamos notarlo. No sé que pasaba por la cabeza de mi mellizo pero no era algo bueno. Anoche le oí discutir con mamá, algo estaba mal con él también. No es normal en Matt recriminar de esa forma a mamá cuando ella está tan mal, él normalmente en estas situaciones suele tratarla muy bien. Matt me preocupaba, ambos lo estábamos pasando mal con mis padres porque sabíamos que nunca habían peleado de una forma tan fuerte como ahora. No sé que tan fuerte puede llegar a ser Matt, pero no quiero verlo sufrir así. Connor, por su parte, intentaba animarme de cualquier manera posible. Le agradecía mucho lo que hacía por mí, estaba siendo un gran apoyo. Me costaba mucho mirarle y no pensar en nuestra ultima noche en la isla. Solo de pensarlo, mis mejillas cogían un suave tono rosado y me obligaba a no mirarle a la cara. No sé si me sentía avergonzada, feliz o cualquier otra cosa. Las cosas entre nosotros han comenzado a cambiar y espero que duren de esta manera mucho tiempo. Creo que ambos nos merecemos por fin estar juntos y que los problemas dejen de afectarnos de una vez por todas.

Por otro lado, las palabras de Connor hacia James antes de irse me habían confundido bastante. Él me había dicho que deseaba mucho preguntarle eso, ya que desde la fiesta tenía malas sensaciones con James y no quería que uno de los "amiguitos" de mi ex viniera a por mí pensando que eramos aún novios. Connor estaba mucho más preocupado que yo por eso, a mí ni siquiera se me ocurrió semejante locura pero él tenía razón, puede pasar. No sé que clase de cosas hizo James en el pasado ni sé como de peligrosos son los chicos con los que se juntaba. Solo espero que ese tema quede en un recuerdo y no vuelva a saber de él por mucho tiempo.

Eran las doce de la noche y Vir llegó por fin a su casa. Estábamos viendo una película que Harry nos había recomendado, era de acción y los chicos estaban muy atentos a ella. Sin embargo, yo detesto las películas de acción y guerras. Me levanté sin hacer mucho ruido y me acerqué a la cocina, donde Vir estaba sirviéndose un vaso de agua. Ella parecía estar muy cansada.

-Hola, ¿vienes del hospital?-pregunté entrando en la cocina.

-Hola, Jade. No, a tu madre le dieron el alta a las ocho. Estuve con ella y Niall en vuestra casa.-sonrió.

-¿Está mejor?-pregunté sentándome con ella en la mesa.

-Sí. Según los médicos solo había sido un bajón de azúcar. Ha estado comiendo muy mal, ¿verdad?-dijo comiendo la cena que Harry había dejado para ella.

-Creo que sí. Últimamente no sale de su habitación a menos que vaya a trabajar.-hice una mueca.

-Tenemos que vigilar a esta mujer. Está loca.-negó dando un trago al vaso de agua.- Me ha pedido que esta noche se queden aquí. Creo que es lo mejor, algo me dice que necesitáis dormir.

-Llevamos varios días sin dormir. Gracias.-sonreí acercándome a ella para abrazarla. Necesitaba un abrazo de alguien que me transmitiera calma, y en este momento esa única persona es Vir.

-No es nada. Sabéis que siempre me tendréis. Soy como una segunda madre para ustedes.-se rió.

-Ya lo sé. ¿Sabes algo más? ¿Papá y ella hablaron o algo?-pregunté con curiosidad.

Vir me hizo una señal para que esperase ya que estaba tragando la comida. Miré un momento alrededor para no incomodarle mientras comía. Lo que más me preocupaba era que mis padres se quedaran solos cuando mamá está tan débil. Ahora debe recuperarse y pelear con papá no es la mejor solución para eso. Espero que esta noche no peleen, por el bien de ambos.