Littles Horan (n.h.) TERMINADA

9.

                  Jade.

Sentía que me había librado de un gran peso de encima. Era como si después de haber estado durante mucho tiempo debajo del agua por fin había salido a la superficie a respirar. Estuve dividida en dos grandes pensamientos que me persiguieron durante semanas: uno, debido a mi parte racional e inteligente, me decía que este era el mejor final para todos ¿no? Tras años de enamoramiento estúpido por alguien que ni siquiera me veía de ese modo, por fin podía dar carpetazo y seguir viviendo mi vida. Pero mi parte emocional y enamoradiza me gritaba que era una autentica idiota por haberle dicho mis sentimientos. ¿Qué me garantizaba que Connor no se aprovecharía de la situación para herirme más? Tengo tanto miedo... y a la vez me siento tan entusiasmada, ¿podría llegar a ser el comienzo de una hermosa historia de amor? Una de esas en las que él se da cuenta de que ha estado enamorado de mí desde siempre y solamente no lo sabía. Ojalá pudiera estuviera en lo cierto...

La última vez que tuve contacto con Connor Styles fue esa tarde en mi habitación desde entonces sólo lo he visto en los pasillos del instituto. Sin embargo, él me ve y da media vuelta, intenta no cruzarse en mi camino y evitar el contacto visual. Pero, sorprendentemente, no me afecta ni lo más mínimo. No esperaba otra reacción por su parte y, aunque en el fondo de mi corazón me afecta un poco, creo que me lo estoy tomando mejor de lo que esperaba. Al fin y al cabo no soy como mamá, ella es capaz de armar un desastre cuando se siente frustrada. Algo que comencé a tomar muy en serio durante la semana que papá estuvo con nosotros fue que quería comenzar una carrera como solista. A papá le parece buena idea pero no hemos tenido la ocasión de preguntárselo a mamá quien seguramente no lo aceptaría. "Primero, los estudios. Luego, puedes cantar todo lo que quieras." Esas son sus palabras siempre y, aunque me gustaría hacerlo sin su permiso, sé que también se enfadaría con papá y no quiero que ocurra eso. Por ahora me dedico a componer y grabar algo con el móvil, pero confío en que pronto pueda hacerlo junto a papá y los chicos en un estudio.

-Oye, Jade. Espérame.-grito James, que venía corriendo por el pasillo para alcanzarme. No lo había esperado en la puerta porque ya llegaba tarde y él tardaba demasiado.

-Te pesa el trasero, James. No voy a llegar tarde por tu culpa.-me reí mientras seguía caminando.

-Puede que este gordo, no lo sé, ¿tú crees?-dijo él levantándose la camisa.

Lo mire incrédula y me ruborice al ver su abdomen marcado. Obviamente no estaba para nada gordo pero yo parecía tonta por quedarme viéndole con las mejillas rojas.

-¿Quieres bajarte la camisa?-dije dándole en las manos. Él sólo se rio de mí.

-Pareces una bebé ruborizada, me alegra saber que estas así por mí.-dijo riendo con arrogancia.

-Cállate, estúpido.-dije acelerando mis pasos.

Llegue al aula de música y me senté en mi lugar. Gracias a dios, la profesora no había llegado aún y todos estaban fuera de lugar hablando. James entro unos minutos después que yo mientras se reía por algo con una chica. Ella era una admiradora con unos años más que nosotros pero parecía una modelo. No pude evitar quedarme mirando como hablaban, él tenía una sonrisa hermosa mientras ella le contaba algo tocándose el cabello más de lo debido. No es como si me dieran celos pero ella era una zorra. Tenia una sonrisa prefabricada, una camisa ajustada con un gran escote y su largo cabello rubio suelto, que seguro eran extensiones baratas. Me dije a mi misma que debía centrarme en sacar las cosas y pasar de la parejita que disfrutaba de una conversación agradable. El timbre sonó y James se sentó a mi lado en su lugar el cual ocupaba siempre desde hacia varios meses. No le presté demasiada atención, sólo atendí a la profesora.