Capítulo 28

10.3K 583 94
                                    

(Mini capítulo)

Estamos tumbados en el salón de televisión en el Escala después de hacer el amor. Es martes, empacamos casi toda nuestra ropa para que la llevan mañana a la nueva casa, a partir de mañana viviremos allá, así que hemos decidido despedirnos del Escala teniendo sexo en todas las superficies posibles esta noche. Desde ayer he estado sintiendo una vibración en mi estomago, es como una cosquilla, creo que es hambre. Nuestra última parada de hoy ha sido esta habitación, no entramos al cuarto rojo ya que Christian se negó rotundamente porque mis rodillas están magulladas.

No entiendo que tiene que ver, pero bueno, ya lo convenceré. Acordamos venir aquí para usar nuestro cuarto de juegos, en la casa grande no habrá uno, ya que será una casa familiar y no queremos que cuando Bip crezca se lleva una sorpresa, igual siempre podemos improvisar, Christian es muy creativo en eso y lo agradezco. Abro la boca cuando mi guapo esposo me acerca un bombón de chocolate, hemos pasado la tarde comiéndolos, son deliciosos y parecen nunca acabarse, Christian compró un montón dice que si debo comer chocolate para asegurarme de que Bip esté bien él comerá conmigo.

Me he dado cuenta que le encanta el chocolate y las manzanas. Puede comerlos sin parar, intenta ocultarlo pero he aprendido a conocerlo un poco más, a escondidas siempre encuentra de eso que llevarse a la boca y ahora que tiene una excusa mucho más.

-Mmm... puedo comerlos todo el día –emite otro gruñido de satisfacción mientras se lleva un chocolate a la boca.

-Ya veo señor Grey. Eres un glotón –me levanto un poco y quedo apoyada en su pecho, mi vientre entre su abdomen y la alfombra, pero más sobre él. No me lastimo, pues no estoy tendida completamente sobre él. Estamos muy cómodos aquí. Con una mano acaricia mi espalda y con la otra come chocolates, ofreciéndome uno de tanto en tanto –Creo que la que debería comer muchos soy yo –me ve y me da una sonrisa tímida que hace que me derrita.

-Tienes razón, ten –Mete un en mi boca y le muerdo el dedo. Abre los ojos por la sorpresa pero no dice nada.

-¿Crees que es posible que a los hombres les den antojos si sus esposas están embarazadas? –Tengo esa duda porque Christian no cesado con los chocolates, jugo de Arándanos y todo lo que contenga esta fruta.

-No lo se, aunque puede ser –dice y sigue comiendo.

-Creo que si es posible y tú, eres uno de ellos –me mira con sorpresa- No has parado con eso –señalo los chocolates-y no dejas pasar nada que contenga Arándanos.

-Es muy perceptiva señora Grey –dice pensativo.

-Entonces, yo llevo a nuestro hijo y tú tienes los antojos. Me parece bien, así no subiré de peso más de no necesario –digo divertida.

-Estas perfecta y cada día que pasa lo estás más –Oh, mi dulce Cincuenta-Pero, no me importa comer chocolate o Arándanos por ti.

-Creo que nos acabaremos todos los chocolates que trajiste y Bip aun no se moverá –digo triste.

-Lo hará nena. Hay que tener paciencia.

-Creo que aprendió su padre y quiere posponer la gratificación –suelta una risa.

-Se moverá cuando quiera hacerlo Ana, sabemos que está a salvo y seguro, ven –me bajo de su pecho y ahora él esta entre mis piernas, estoy medio sentada y llevo solo medias y una camisa de Christian, Cincuenta se colocó solo su bóxer. La calefacción nos ayuda con el frio invernal. Su cara queda justo frente mi vientre, levanta la camisa hasta mis senos, posa en mi barriga sus dos manos de forma protectora y me mira –tendremos nuestra primera charla de padre a hijo nena –mi corazón se hincha de la felicidad, no puedo creer que después de que le costó tanto aceptar la llegada de nuestro Bip haya llegado este momento. Mis ojos se llenan de lágrimas que no me permito derramar. Acerca su boca a mi vientre y lo escucho.

-Hola pequeño, es papá –mi piel se eriza al oírlo-creo que puedes escucharme. Ya es tiempo de que nos dejes saber que tan bien la estas pasando ahí dentro, creo que tu mamá no está muy feliz. No te hemos podidos sentir y necesitamos saber estas bien ¿te digo un secreto? –dice a modo de susurro como para que yo no lo oiga-Mami es muy impaciente, no le gusta eso de posponer la gratificación, así que anda Junior –termina de hablar y me observa.

Este es uno de los momentos más íntimos que hemos tenido. No se ha cohibido, ha dejado salir su lado tierno y dulce, estaba hablando con Bip, bueno, con mi vientre, está convencido de que nuestro hijo lo escucha y yo también. Hace algunos meses no habría si quiera imaginado esta escena, ahora lo tengo aquí, conmigo y nuestro hijo que aun no nace, expuesto totalmente. Mi dulce esposo tiene un gran corazón y cada día que pasa se abre más a mi, aunque sigue siendo el intimidante presidente para todos conmigo es el más tierno y amoroso de los esposos, a veces me da miedo que haya perdido su nervio, pero no me importa, sus cambios de humor me demuestran que sigue siendo el hombre de quien me enamoré, pero más dulce, sin miedos.

Estamos embebidos uno en los ojos del otro, gris contra azul, cuando de repente siento un fuerte tirón en el vientre y Christian también parece haberlo sentido puesto que me mira con una cara que estoy segura es el reflejo de la mía, total y absoluto asombro.

-¿Fue eso?, ¿Se movió?, ¿Así se siente?, ¿Te duele? –demasiadas preguntas.

-Creo que su pequeño sabe obedecer señor Grey. ¡Se ha movido! –chilló de alegría pura-No duele, se siente extraño, es como si te empujaran por dentro, es una extraña, pero buena sensación –Me escucha atentamente sin apartar sus manos –Vamos bebé, digo yo y coloco mi mano con la de Christian-Hazlo de nuevo, mami quiere sentirte –pero nada pasa.

-Me temo señora Grey, que nuestro hijo no la escucha –y como si estuviera en desacuerdo siento nuevamente el tirón, seguido de otro y otro. Christian solo siente uno, los demás son solo para mí. Y lo entiendo.

-¡Eso era lo que sentía!

-¿Qué sentías?

-Unas cosquillas, pensaba que era hambre, pero creo que era nuestro pequeño manifestándose. –abre la boca.

-¿Lo habías sentido antes y no me dijiste? –ahora reclama.

-No. Bueno, no sabia que era, eran cosquillas nunca pensé que fuera eso. Ahí viene de nuevo –y pum, otro movimiento.

-No siento todos, no es justo –se queja y sigue con la mirada fija en mi vientre y el ceño fruncido, podría jurar que también hace un tierno mohín. Mientras Bip sigue dando vueltas en mi interior.

-Creo que el chocolate esta haciendo efecto y tendremos una larga noche –digo dando leves palmadas a mi vientre –auch –me quejo cuando hace un movimiento que si causa molestia.

-¿Estas bien? ¿Te duele?

-Si, estoy bien. Solo que no ha parado.

-Y así empezamos –dice Christian. Pero no es una queja esta disfrutando el momento, continua hablando con mi vientre y Junior continua haciendo volteretas, a veces reímos, pero el bebé no se detiene, estoy exhausta, necesito descansar, pero Bip no da tregua. No debí comer tanto chocolate. Mis ojos se cierran y se abren constantemente, pero no logro dormirme –tienes que descansar cariño –besa mi vientre- es hora de dormir Bip, mami necesita descansar –le responde con un movimiento –Ven nena, intentemos algo.

Me lleva casi a rastras por el salón hasta que llegamos al piano, se sienta y me coloca en su regazo, se le dificulta llegar a las teclas pero lo consigue. Paso mis manos por su cuello para sostenerme y cierro los ojos. Comienza a tocar una melodía suave y tranquila que te invita a soñar, Bip sigue moviéndose, poso una mano en mi vientre y lo acaricio.

-Duerme –Besa mi frente y comienza a cantar muy bajito una canción que no logro distinguir, poco a poco Bip va deteniéndose, hasta que cesa o yo me quedo dormida, no se que sucede primero.


____________________

Uno cortito para dormir felices... :D Son unas/os consentidas/os... ;D

Voten y comenten!!!

Los adoro. Nos leemos pronto...besos!!

Christian y Anastasia Grey: Nuestra Pequeña Familia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora