Capítulo 43

8.5K 447 51
                                    

Ha pasado tanto tiempo desde año nuevo. Ya tengo casi siete meses de embarazo, me duelen los pies y la espalda pero aun me rehúso a permanecer todo el día en casa, por lo que voy a SIP casi toda la jornada laboral, excepto cuando tengo algún malestar que se hace visible o culmino rápido los pendientes. La mayoría de los días como con Christian y se esfuerza por convencerme de ir a casa después de nuestro almuerzo. Hace dos días, tuvimos la cita para la ecografía del mes y nos llevamos un gran susto, pienso en ello y no puedo evitar querer llorar...

-Bien señores Grey, empecemos.

El liquido se esparce en mi vientre y veo a la doctora hacer una mueca nada favorable.

-¿Está todo bien? –ataco.

-Mmm... sí, claro, les daré las fotografías para que las lleven con la Dra. Green.

-Está siendo evasiva. Mi esposa le ha preguntado que si está todo bien –gruñe Christian.

-Lo siento señor Grey, pero en esta ocasión mi trabajo debe limitarse a tomar la ecografía y dejar que acudan con su médico de cabecera –me pongo en alerta, otras veces lo ha dicho, ha dicho: Todo está en orden, nada de qué preocuparse.

-¿Qué? ¿Eso quiere decir que algo va mal? –sus ojos están muy abiertos y mi labio inferior comienza a temblar, un frio recorre mi cuerpo y mi respiración se torna más rápida.

-Quiere decir que conversaran con la Dra. Green, los dejo –sale la habitación, así, dejándonos muy preocupados. No decimos nada, me visto rápidamente y salimos disparados al consultorio de la ginecóloga. Me abrazo a Christian intentando mermar un poco todas las ideas que se aparecen en mi mente. Ted, por favor bebé, que todo esté bien. Froto mi vientre de embarazada.

-Tengo miedo –susurro bajo.

-Nena... -me abraza más a él y sé que está igual o más aterrado que yo.

Entramos directo, sin anunciarnos al consultorio de la Dra. Green, se muestra sorprendida por la forma en la irrumpimos en su oficina.

-Me va a explicar qué demonios sucede ahora mismo. La inepta de arriba se negó a decirnos que es lo que está mal y me estoy imaginando muchas cosas, así que le exijo que me diga qué demonios pasa con mi hijo –su voz ha ido subiendo de tono a medida que habla, me depositó en una silla y camina como un león enjaulado de un lado a otro pasando ambas manos por su cabello, está desesperado y yo también, pero me limito a mantenerme en silencio y cabizbaja.

-Sr. Grey, necesito que se relaje –dice con voz dura.

-¿Cómo me voy a calmar si no se qué coño está mal? –espata aun más furioso.

-Ana –toma mi mano sobre su escritorio y me da un apretón –necesito que te calmes un poco para poder conversar –me mira a los ojos y me transmite serenidad. Me limito a asentir mientras lloro en silencio.

-Quisiera saber si algo anda mal con mi bebé, por favor –mi voz en firme, aunque aparente estar calmada quiero saber lo que ocurre.

-Bien, señor Grey, tome asiento –lo hace y toma una de mis manos para darle un apretón nervioso. Oh cariño, lo siento, pero ahora no me siento preparada para confortarte cuando no se qué pasa –Primero deben mantener la calma, lo que muestra es la ecografía, esto que parece una pequeña luz –señala un punto brillante cerca del corazón de nuestro hijo – suele ser una alerta –Christian intenta decir algo y lo silencia haciendo una señal con su mano –Por lo general, cuando se está ante un bebé con Síndrome de Down esta pequeña luz nos alerta sobre su condición, así los padres pueden hacer las pruebas pertinentes para descartar o confirmar esa condición, de esta manera pueden decidir qué hacer con el bebé o con el embarazo. Sin embargo, puede deberse esa luz a otros factores como enfermedades cardiacas congénitas, parte del desarrollo embrionario o ser solo un efecto del ultrasonido.

Christian y Anastasia Grey: Nuestra Pequeña Familia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora