© Las bestias inmortales (Tomo I) / #Wattys2016/ #PlumaReal2017/ #UHAwards2017

Capitulo 9

Miré hacia el techo mientras esperaba a mi madre acostada en el sofá. Cogí la elegante invitación de mi bolso y rompí el sobre sin cuidado vencida por la curiosidad. Saqué una tarjeta roja como la sangre cubierta de encajes elegantes que formaban un pequeño marco.

                                                     
  I N V I T A C I O N

Toma esta fecha, este día, este motivo...
Dale el sentido que quieras y venir...

Cuando llegue la noche
Se encenderá mi nombre
Alumbrando la lista
En la que estarás...

Serás la afortunada que formará parte de esta noche inolvidable y única

No faltes este sábado para que mi noche sea especial
espero verte en la Mansión Rockefeller

Atentamente el príncipe de tus sueños

Dylan Mosquew

Interesante...

Dentro de la tarjeta había una carta e inconscientemente tiré de ella para leerla.

Condiciones al asistir

La invitada estará destinada a asistir con una prenda de bastante elegancia, de todos modos el guarda espaldas se asegurará de el costo.

Para la damisela se le autorizará llevar un vestido largo, (asegurarse de que sea de marca).
Accesorios valiosos.
zapatillas o tacones de alto precio.

Se le recomienda escoger para su vestimenta entre los colores cálidos y fríos, por ordenes de los Mosquew.

De esta forma nos aseguraremos del valor de la chica, por lo tanto deberá asistir cumpliendo estas condiciones de vestir, de no hacerlo se le prohibirá el paso y se le accederá a otro menos afortunado.

¿Qué?. ¡Están dementes!. ¿Accesorios valiosos? ¿Tacones de alto precio?. No lo creo. Me reí por lo bajo y solté la invitación que había caído en el suelo.

De todos modos no pensaba en asistir.

Me puse mas cómoda de lo normal, inspiré hondo e hice el intento de tomar una pequeña siesta, cerré los ojos y me esforcé por concentrarme en algo que me causara bastante sueño. De repente unos pasos se marcaron desde mi habitación por lo cual abrí los ojos de golpe y salté de la cama.

- ¿Quién anda ahí?- pregunté.

El silencio volvió a hibernar dejándome con la palabra en la boca.

- Mamá ¿eres tu?

No hubo respuesta.

Se me hizo un nudo en el estómago, de seguro si mi madre estuviese aquí diría que mi miedo es a causa de películas de terror, pero sin embargo tendría que averiguarlo de todas formas. Subí lentamente las escaleras como lo haría un cazador en busca de un ciervo hasta que me detuve frente a la puerta de mi habitación, que por consiguiente estaba cerrada.

Giré la manilla con absoluto cuidado y la abrí de golpe, miré hacia los lados y di un salto espantada con los ojos en blanco, mi corazón por un segundo se había detenido por lo que tomé grandes bocanadas de aire. Había un niño junto a la ventana de cabello brillante y despeinado como el de Edwuard Cullen, llevaba una camisa de cuadros azules por lo que arruinaba el parecido.

- ¿Quién eres tú?- pregunté asombrada- ¡Si no me respondes llamaré a la policía!- Se volvió con una calma total solo para verme.

El niño me miró muy confuso con ojos perdidos, era increíblemente hermoso por lo que rápidamente había sentido compasión por él. Sus grandes ojos grisáceos se habían perdido en los míos, era tan pálido y sin duda aparentaría tener como unos siete años si no era más.

Se apartó de la ventana y se sentó en mi cama para quedar de frente.

- ¿Usted es Isis?

La pregunta me puso los nervios de punta.

Al parecer el niño había notado mi palidez pero sin embargo no era algo de lo que se percató.

- Eh... Sí- asentí - dime, ¿nos conocemos de algún lado?- pregunté sarcásticamente.

- No.

Debe ser una broma.

- ¿Estas seguro?, entonces... ¿que haces aquí?

- Yo no te conozco del todo, pero mi mamá si.

- ¿Enserio?- pregunté con falta de interés. Creo que comienzo a entender de donde proviene todo esto.

- Mi mamá dice que soy muy débil al igual que tú, por eso me echaron de casa y me guiaron hasta aquí.