Capitulo 21

2.6K 311 9
                                    

- Oye, ahora que lo pienso deberíamos ir a comer, yo invito no te preocupes- exclamó Sofia.

¿Ella invita?. Eso es malo, pronto me lo echaría en cara como hace con muchos.

- Eh... Descuida, estoy bien.

-Bueno pues yo no así que vamos a comer- soltó en queja.

Enseguida revisé mi reloj para asegurarme de la hora, por desgracia apuntaban las doce y diez, ¿habíamos durado dos horas y media en aquella tienda?. ¿Que pensará mi madre?. Debí haberle avisado con más tiempo, y de seguro el pobre William estará hambriento. Será mejor que lleve algo para él si tengo suerte de que mi madre no rebusque entre la nevera como un niño buscando sus galletas.

- Espera un minuto Sofia, voy a llamar a mi madre- me aparté de ella buscando un espacio abierto para agarrar algo de señal y en eso me establecí junto a la ventana.

Marqué el numero pero por desgracia salía la contestadora, de seguro tendrá el teléfono apagado.

Suspire con la frustración acumulada. Espero que no se enoje por no haber regresado a tiempo.

- Yo le dije a mi madre que estaba contigo, ella de seguro se lo habrá echo saber ya que son muy amigas, vente.

- Bueno- respondí no muy decidida mientras la seguía.

- Dime ¿como ha permanecido Sant Louis desde que me fui?- preguntó Sofia luego de saborear su ensalada vegetariana.

- Ha marchado bien supongo- respondí. Era extraño que me preguntase por el estado.

- Me refiero a los chicos, ¿acaso ninguno me extrañó?.

Palidecí con una sonrisa nerviosa lo que hizo que sintiese algo de odio. La verdad es que nadie la recordaba, bueno, no antes de haberla visto nuevamente. Si realmente Logan le había escrito pudo haber sido porque verdaderamente la consideraba como una amiga en sus tiempos o tal vez sólo por llamar la atención aprovechando que nadie la recordase.

- Bueno puede que no te hallan extrañado del todo pero es que... ¿Sabes?. Desde los ocho años es bastante tiempo para ir dejando todo atrás y vivir la actualidad. Puede que en esa vez que estabas en la escuela todos te hallan visto como un juguete nuevo, tal vez algunos se hallan acordado.

- Más que tú no creo- exclamó divertida.

- Desde luego - reí sin ganas.

Miré hacia varios locales de comida rápida tratando de escoger uno para William y en eso me concentré en McDonalds que me quedaba a unos centímetros.

- Ana, ¿te importa si regreso en unos minutos?.

Me observó dudosa pero luego no le dio importancia a lo que veía .

- Primero terminate ese burrito y luego haces lo que tengas que hacer- reclamó mandona.

- Vale - exasperé como si estuviese llena pero no me prestó atención. Realmente no tenía hambre, mi falta de apetito la había heredado por seguro de mi padre, de mi madre no lo tomaba en cuenta.

Apenas terminé de comer pedí una cajita feliz en McDonalds y regresé hacia donde estaba Sofia esperándome con brazos cruzados.

- ¿Pediste una cajita feliz? - preguntó a tono de reproche.

- Si pero es para llevársela a mi mamá que quiere hacer dieta - respondí.

 © Las bestias inmortales (Tomo I) / #Wattys2016/ #PlumaReal2017/ #UHAwards2017 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora