Capitulo 35

2K 263 1
                                    

El consultorio del doctor era bastante pequeño y algo incómodo, la camilla estaba a un lado de su escritorio junto a una cortina algo corta y una diminuta mesa quirúrgica con cualquier cantidad de instrumentos para sellar las heridas.

- Muy bien... Por visto usted es Isis ¿no?- preguntó el doctor una vez que tomó asiento- ¿Le gustaría que le regale un corto tiempo con su madre o...

- No- respondí directo- Primero dígame lo de Will, es más importante. De hecho no quería saber nada de mi madre en estos momentos, Will ahora era mi responsabilidad a pesar de que era un hombre lobo. Lo malo de todo era que el pequeño estaba esperándome en el pasillo junto a mi madre.

El doctor me observó atónito pero luego me hizo señas para que tomase asiento.

- Muy bien señorita, ¿podría saber su edad y su nombre primero que todo?

- Oh claro, mi nombre es Isis Hathor y tengo 16 años ¿necesita mi carnet de identificación cierto?- el doctor estaba anotando mis datos en una carpeta hasta que se detuvo.

- Todavía no hará falta, pero me gustaría saber que le pasó exactamente a el niño y donde están sus padres...

- Oh bueno - reí nerviosa- el es William Sullivan y sus padres están... De viaje muy muy lejos de aquí, pronto vendrán a visitarlo por lo tanto yo soy su... Niñera - Lo que es técnicamente falso. Tragué grueso apenas estudiaba mi reacción, de seguro se lo habrá creído.

- Ok, y ahora ¿cómo le pasó eso?- preguntó dudoso.

- El venía patinando mientras escuchaba Música y texteaba por su celular, pero no se había fijado de lo que había alrededor y se calló apenas tropezó con un pequeño hueco- respondí velozmente- cosas de niños quién lo diría, hasta a mí me pasaban cosas imprevistas y todo porque no le hacía caso a mis padres, pero ahora nada que ver- reí nerviosa.

- Por supuesto- asintió- y... ¿Que edad tenía el niño?.

- Siete y medio, es todo un muchacho pero dígame ¿se va a poner mejor no es así ? - pregunté con preocupación.

- Desde luego, eso espero y ahora necesito que me llene estos dos formularios mientras yo busco a alguien - se dirigió hacia la puerta.

- Doc, ¿pero tengo que llenar ambos formularios con los datos del niño?- pregunté confusa.

- También el suyo, no tardaré y por favor espere aquí- indicó cerrando la puerta a sus espaldas.

Perfecto. Este formulario pedía todos los datos necesarios ocupando tan solo una hoja entera, apenas llené los datos de Will me pregunté ¿porque yo también tendría que llenar otra hoja con mis datos? pensé que sólo era para pacientes. Terminé de llenar mi hoja dejando un espacio vacío en las líneas de datos sobre lo sucedido, accidente o daños.

Coloqué la carpeta sobre la mesa junto con el bolígrafo y me levanté para dirigirme hacia la puerta e ir a hablar con mi madre pero cuando giré la manilla se me hizo complicado tirar de ella, estaba trancada. El doctor la había cerrado accidentalmente por lo tanto volví a mi asiento observando con poco interés el pequeño consultorio, en la pared habían varios diplomas que mostraban el reconocimiento por el estudio y la mayoría eran de traumatología y psiquiatría.

- Interesante...- pensé conmovida. Quería que ese doctor llegara enseguida, comenzaba a sentir nuevamente que la habitación se adaptaba a ser más pequeña de manera que se encogía. Desde niña tenia claustrofobia y por lo tanto me acostumbré a andar en espacios grandes, para evitar la ansiedad.

Subí las piernas y me abracé a mí misma con firmeza sintiéndome más pequeña para verlo todo menos encogido, hundí mi rostro entre mis rodillas respirando hondo como si fuera una bolsa. Tenía que salir de aquí pero decirlo de manera exagerada me abrumaba en muchos sentidos, me sentiría como una chica de película que exagera todo. Comencé a sentir que el aire escaseaba, todo se aproximaba a mí, mantuve los ojos cerrados firmemente pensando en cosas buenas y sin ser consiente del todo ya estaba sudando de manera descontrolada como si tuviera fiebre alta. Por suerte la puerta comenzaba a abrirse y enseguida entró el doctor. Levanté la mirada para verlo pero me extrañé mucho al verlo con una enfermera de su lado, esta tenía una inyectadora a la mano con la aguja bastante afilada que botaba un líquido azulado; traté de mostrarme paciente pero sin duda empeoró.

- Doctor... Necesito tomar aire, no puedo respirar lo suficiente...- dije con voz débil. Me levanté de golpe y caminé hacia la puerta pasando por los hombros de todos.

Apoyé mis manos sobre mis rodillas y respiré de manera exagerada dejando que el aire invadiera a mis pulmones. Mi madre ya no estaba y Will estaba acostado de manera inconsciente sobre una camilla mientras que dos enfermeras se lo llevaban por el pasillo. Puse los ojos en blanco sin entender lo que pasaba.

- ¡Will!- grité, pero el niño ya estaba dormido. Lo habían pinchado y amarrado a la camilla para que no escapara.

Apenas iba a salir disparada hacia él algo me detuvo, el doctor me había sujetado el brazo con fuerza mientras que la enfermera ya me había inyectado algo en el brazo. Poco a poco fui perdiendo la conciencia hasta caer y lo último que pude ver fue a mi madre con una mirada de decepción.

- ¡Mamá! ¡Ayúdame!- grité. Me ignoró y se dio la vuelta para dirigirse hacia la salida  justo cuando mis ojos de pronto se cerraron.

 © Las bestias inmortales (Tomo I) / #Wattys2016/ #PlumaReal2017/ #UHAwards2017 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora