Capitulo 29

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Cerré el libro de golpe y el polvo brotó en mi cara, por lo que contuve las ganas de toser. Mis ojos se clavaron en aquel chico que iba encapuchado como Robin Hood, se fue aproximando con toda la calma del mundo así que me levanté de golpe y oculté el libro a mis espaldas sin pensar en devolverlo.

- Lo siento, vi... una puerta en el jardín y la abrí por curiosidad- admití.

- Valla- se mostró sorprendido- Muchas toman en cuenta esa puerta más no la abren, saben que deben contenerse ante ciertas cosas o podría haber problemas...

- No fue mayor cosa, solamente fue un libro.

- Que no te pertenece cariño- agregó extendiendo la mano.

Gruñí sin más y se lo entregué dudosa. Quería saber más cosas sobre aquel libro, era tan interesante que me ponía a prueba.

- Gracias- lo dejó reposar bajo su brazo- ahora dime, ¿Que tanto pudiste leer?.

- No mucho- mentí- sólo me distraje con la portada y con algunos títulos del índice hasta que llegaste.

- Bien, ahora largo de aquí - exclamó señalando la puerta.

Le reprendí con la mirada. Ahora tendría que regresar a la aburrida fiesta de los adultos.

- Pero... ¿No podría quedarme aquí mirando más libros?- supliqué.

- De ninguna forma cariño, sólo ve hacia la puerta y prometerás que no hablarás de esto con nadie...

- ¿Eres Dylan Mosquew?- curioseé. El chico de la capucha sólo tenía un antifaz parecido al de Dylan, por lo que no se dejaba reconocer lo suficiente.

- Noo ¿que clase de pregunta es esa?, ¿como puedes venir a una fiesta sin ni siquiera conocer a mi hermano?.

Ya se me habían aclarado las dudas, habría valido la pena preguntar.

- Déjalo, vine con mi amiga y ahora estoy increíblemente aburrida, primera vez que vengo así que dígale a su hermano que un hermosa doncella admite que sus fiestas son las peores a pesar de que tengan buena comida- me di la vuelta hacia las escaleras de caracol sin más que decir. Tal vez he sido demasiado grosera pero en fin, no me reconoció por el antifaz. De eso estaba segura.

Lo miré por el rabillo del ojo y ya no estaba, había desaparecido por completo. Lo busqué por ambos lados de la biblioteca y no habían rastros de él. ¿A dónde había ido?. Entonces vi que una puerta delgada estaba abierta junto a la chimenea. Me acerqué un poco para notarla de frente y luego miré hacia la pared.

No, definitivamente no. Ya había atravesado una puerta y dos, sería bastante abuso de mi parte.

Me volví a acercar hacia las escaleras hasta notar que el libro reposaba sobre el sillón. Lo tomé entre mis manos mirándolo fijamente, había algo de aquél libro que me interesaba tanto aunque jamás hubiese escuchado sobre él...

- Te lo advertí- exclamó el hermano de Dylan desde la puerta a pesar de que no lo podía ver.

- Sí, si voy- respondí y salí huyendo con el libro a la mano. Tal vez pensaría que es un robo, pero lo consideraba como un préstamo aunque no pensaba en volver a este sitio.

Apenas llegué al jardín miré sorprendida hacia ambos lados al ver que Francia todavía no aparecía, y en eso escuché una voz de anfitrión que provenía del salón. Corrí en su búsqueda siguiendo el mismo camino por el que me había guiado Francia hasta llegar a un pequeño balcón que daba vista por encima de todo y casualmente Dylan Mosquew ya había aparecido; estaba en el centro de la pista mientras las demás chicas estaban alrededor de él, ilusionadas por ser escogidas para bailar con él. Francia y Paulina estaban en primera fila, tan sólo faltaba Ana Sofia por verse en ese círculo cuando no debería siendo la cita de Logan Dimano. Un vestido bastante ancho podía visualizarse en un rincón bastante apartado, definitivamente esa era Ana Sofia ya reconociéndola por su abanico y su peinado.

El príncipe por instinto repitió la misma escena de la cenicienta a simple modo, abandonó el círculo e hipnotizado fue directo hacia dónde estaba Ana mientras todos le seguían con la mirada. Esto estaba previsto.

Ana haciéndose la víctima levantó la mirada tímidamente hacia él e hizo una reverencia como si se tratase de un príncipe, este tan sólo tomó su mano y la besó antes de guiarla al centro de la pista.

 © Las bestias inmortales (Tomo I) / #Wattys2016/ #PlumaReal2017/ #UHAwards2017 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora