{Capítulo 9}: Parte 2/3

57 8 0
                                    

Mientras que Taemin se fue a por unas bebidas, Young se acercó a Ji para decirle que no podía creer que haya bailado con Jimin, y que tenía que ver la cara que puso Naomi en ese momento.

Taemin fue a donde estaban las bebidas y se empezó a servir, en ese momento apareció Jimin.

—Jimin: Vaya, que casualidad que nos encontremos aquí. ¿Se puede saber qué haces yendo al instituto?—Se sirvió también.

—Taemin: ¿Acaso no sabes?—Rió irónico y se formó otra vez un silencio entre ellos.—Realmente no te creí capaz de seguir aún con esto. Nunca me imaginé que te encontraría aquí todavía. Pensé que todo te había quedado claro y desaparecerías de una vez—cogió su vaso y bebió un poco.

—Jimin: ¿Te pensabas que me iría o que iba a morirme?

—Taemin: No, mala yerba nunca muere—Jimin rió al escuchar eso.

—Jimin: Tú y tus dichos...—Taemin también rió, pero no era una risa sincera.

—Taemin: Escucha bien,—se puso serio y se acercó a Jimin—más te vale alejarte de Ji o...

—Jimin: ¿O qué?—Lo desafió divertido, provocándolo.

—Taemin: Atente a las consecuencias, sólo te digo eso.

—Jimin: Tú a mí no me dices lo que debo o no de hacer. Y sabes dónde estoy, no le tengo miedo a tus amenazas.

—Taemin: No dejaré que la hagas sufrir como lo haces con todas.

Cogió los vasos y se fue. Jimin se apoyó en una farola y siguió bebiendo de su vaso.

—Taemin: Aquí tienes, Ji.—Llegó hasta ella y le cedió su vaso.

—Muchas gracias, Taemin.

—Taemin: No hay de qué—sonrió.

—Hoya: Vayamos a bailar—cogió a Young de la mano.

—Young: Ay, no, otra vez no...—se quejó.—Bueno, vale, pero sólo un ratito—le sonrió pícara.

***
—Ninna: Naomi, ¿qué te pasa?

—Naomi: Mírala, ahí como si nada. ¡Aaash!—Cogió una servilleta y la arrugó para después tirarla al suelo.

—Ninna: Ey, ¡tranquilízate! La gente te está empezando a mirar.

—Naomi: Tienes razón—recuperó la compostura.—Te juro que me las va a pagar.

—Ninna: Pero, ¿qué es lo que te ha hecho Ji?

—Naomi: Ninna, tú parece que no te das cuenta, ¿verdad? ¿Acaso no viste cómo la miraba Jimin y cómo lo miraba ella a él cuando bailaron? Eran el centro de atención en ese momento y todo el mundo los miraba. Desde que ella entró por esa puerta él no le ha quitado el ojo de encima, ¡y no sólo ahora! Siempre la anda mirando, en más de una ocasión lo he comprobado. Esa es una mosquita muerta, aparenta ser un ángel, pero en realidad es una zorra.

—Ninna: La verdad es que tenemos que reconocer que está muy guapa esta noche—Naomi miró con furia a su amiga, quería estrangularla.

—Naomi: Pero querida, aunque la mona se vista de seda, mona se queda. ¿Conoces ese dicho?—Ninna rió.

—Ninna: Ay, cómo eres Naomi. Quién te entiende... ¿Crees que a Ji le gusta Jimin?

—Naomi: Sí, lo creo, pero te digo una cosa, más le vale no entorpecerme los planes con Jimin porque no desearía que le pasase nada malo.

—Ninna: ¿Serías capaz de hacerle algo en caso de que tus suposiciones sean ciertas?

—Naomi: No me conoces.

Entre el amor y el odio ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora