{Capítulo 4}:

104 9 9
                                    

Llegó el fin de semana...

*Suena el móvil*

—¿Sí?

¡Hola, amiga!—Se escuchó al otro lado.

—¡Young! ¿Cómo estás?

—Young: Bien, ¿y tú?

—Ahí voy.

—Young: Ji, ¿puedes quedar esta tarde? Es por si querías dar una vuelta y tomarnos algo...

***

Llegó la tarde y me encontré con Young, en el centro. Compramos algunas cosas y después decidimos ir a comer.

—Young: No me has contado qué fue lo que pasó.

—¿A qué te refieres?

—Young: A lo del miércoles, cuando llegaste tarde y no te dejó pasar el profesor. ¿Por qué te castigaron a Jimin y a ti?—Hizo ojitos cuando dijo su nombre.

—Pues nada, dimos voces y nos mandaron al despacho. El director nos castigó a ambos limpiando el instituto por tres días y nada más.

—Young: Pues no te quejaras...

—No entiendo.

—Young: Pues tú, Jimin, los dos juntos, limpiando, sólos... ¡Por Dios, es Park Jimin!—Dijo desvariando, agitando las manos notablemente.—Vamos... ¡No me digas que no te gusta!

—¿Cómo? ¡No! Claro que no me gusta, ni me gustará. Me parece una persona horrible y engreída. Es el típico niñato chulo que va de sabelotodo.

—Young: ¿Por qué te cae mal Jimin?—Frunció el ceño.

—Te explicaré...—Le terminé de contar todo, tanto lo sucedido aquel día que lo vi por primera vez, como en el día en que acabamos castigados.

—Young: ¿Y dices que no te gusta? ¡Mira como deseabas volverlo a ver!

—Antes, ya no... Ahora sé cómo es de verdad y realmente estoy decepcionada.—Young empezó a reír.—¿Qué es lo gracioso? 

—Young: Tu forma de hablar de él. Es curioso el hecho de que no te agrade porque la verdad es que haríais buena pareja.

—¡¿Qué?! Estás chiflada, Young.—Me reí a carcajadas.

—Young: ¿Y por qué no? Es guapísimo, tiene muy buen físico, y a parte, todas las chicas mueren por él. Por si no lo sabías es uno de los chicos más populares y sexys del instituto. Todas andan detrás de su culo—rió.

—Oh, ¿¡en serio?! ¿De verdad?—Me hice la sorprendida.—Bien, pues no me importa. Cambiemos de tema, por favor—dije horrorizada.

***

Ya era lunes, y como siempre la misma rutina.

Llegó el receso, Young no vino porque se sentía mal.
Me senté en el césped y empecé a observar a los demás.

De pronto vi a aquellas chicas del primer día de instituto, que me indicaban que me acercara. No tenía ganas, pero fui a ver lo que querían.

—¿Qué queréis?—Pregunté y la chica rubia que me empujó fue la que habló. Era como la líder o algo así.

—Hola. ¿Por qué estás allí sola? Vente con nosotras—sonrió.

—Mi amiga no vino, y no quiero molestar a na...—No dejó que terminara.

—Nada. Soy Naomi.

—Lo sé, estás en mi clase.

—Naomi: Sí, claro...—rió.—Si mal no recuerdo tú eres Ji, ¿verdad?

Entre el amor y el odio ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora