¿Qué pasaría si descubres que toda tu vida resultó ser una gran mentira y que nada es como realmente se ve?
¿Qué ocurriría contigo si descubres que no eres la persona que creíste que eras y que has vivido todo tu vida engañada?
¿Serías capaz de ama...
Subíamos por las escaleras para llegar a la segunda planta de la casa de los Sung, yo iba el último.
Delante de mí iba Ji, agarrando la mano de mi hermana para que no se cayera.
Inevitablemente mi mirada descendió hacia abajo y se detuvo en su trasero.
No podía evitarlo. Su trasero era bonito, estaba bien formado y redondo. Era respingón. No quiero decir que no me haya fijado hasta ahora en eso, pero ahora ya estaba más que claro cómo era.
Decidí mirar hacia otro lugar, pero la sonrisa de desvergonzado no se me quitaba. Terminamos de subir y ella se giró hacia mí para explicarnos por dónde estaba cada lugar. Yo miraba hacia otro sitio, tratando de concentrarme.
—Ji: ¿Te pasa algo, Jimin?
—Jimin: ¿Eh? No, na-nada.
Ella se quedó observándome y suspiró cansada. Movió la cabeza a ambos lados y siguió mostrándonos la casa.
—Ji: Aquel del final del pasillo es el cuarto de mis padres. El de al lado es uno de invitados. Este es el baño. Y por último, está mi dormitorio. Por aquí.—Dijo abriendo la puerta y nos invitó a pasar. Mi hermana y yo entramos y admiramos la habitación.
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—
Ya sabéis. Si necesitáis ir al baño o algo por el estilo conocéis dónde se encuentra todo.
—Yumi: Wow, tu habitación es hermosa, Ji.
—Gracias—sonrió dulcemente.
—Yumi: ¿Ahora podemos jugar con tus juguetes?—Agarró la mano de Ji, ella le sonrió.
—Ji: Claro. Deja que busque algo que guardé cuando era pequeña, así como tú.—Le respondió amablemente.
—Yumi: Vale.
De pronto la mirada de mi hermana se dirijió hacia la cama de Ji, después corrió hacia allá. Nosotros volteamos a verla.
—Yumi: ¡Wow! ¿Y este peluche es tuyo?—Dijo agarrando un peluche grande que había sobre la cama.
—Ji: Sí—sonrió—, es un regalo.
—Yumi: ¿De quién?
—Ji: De mi novio.—Respondió un poco incómoda.
Así que ese peluche se lo regaló Taemin. Ese tío... Siempre estaba en medio.
—Yumi: Oh, ¿tienes novio?—Dejó el peluche en su lugar.
