Los 7 Sexybukais

Camiseta

Le devolví la sonrisa y me senté en mi sitio. Intenté actuar con normalidad pero alguien me llamaba dándome tres golpecitos en la espalda.

-Cuídala bien, es de mis favoritas.
-Claro.-Le dije.

Miré a Raúl. Tenia la cabeza totalmente mojada y estaba rojísimo. Le pregunté si estaba malo intentando hacer el menor ruido en la clase del profesor Akainu, el profesor de lengua. Le pasé una nota. Al parecer el llegó con la ropa que parecía un abrevadero y Gaara, al que le trajeron en coche, le dejó su chaqueta para que no se constipara. Eso explicaba su sonrisa de travieso 🌚. La lluvia paró a la hora del patio y cuando salimos estaba aún nublado como por la mañana así que no me esperé a Lucci para ir a casa, aunque yo ya sabia que iba a estar con Laura. Por mucho que intentarán ocultarlo ninguno de los dos podía disimular bien.

Llegué a casa y me puse la radio en mi cuarto. Sonaba Magic, de Coldplay. Me tumbé en la cama como una estrella de mar, boca arriba. Mis pantalones se habian secado del todo pero no descarté una ducha para entrar en calor. No me apetecía levantarme. Me quedé mirando al techo y pensando en muchas cosas a la vez. De repente un pensamiento pasó por mi cabeza. ¡Que bien olía esa camiseta! me caí de las nubes en las que estaba y me quité la camiseta, la dejé en la cama y me preparé las cosas para la ducha. Cuando salí de la ducha sentía unas ganas increíbles de volver a ponermela. De toda formas tendría que lavarla ya que mi pelo, que no había llegado a secarse, había mojado toda la parte de arriba. La tenía en las manos y estaba pensando me demasiado en volver a ponermela. No se por que me costaba tanto decidir una cosa tan absurda.

La camiseta era azul claro, de manga corta, con una estrella azul oscura que ocupaba todo el pecho.

Finalmente decidí meterla en la lavadora y me volví a mi cuarto. Estaba en un estado Zen y preferí no hacer los deberes todavía. Las vacaciones ya habían comenzado y Lucci y yo nos fuimos a dormir muy tarde.

Antes de quedar con los demás pensé que debería ir a devolver la camiseta a su dueño, por mucho que me gustara. Me levanté a las 9 y coji mi Penny y me puse a patinar hasta el pueblo donde Luffy vivía.