Capítulo 2: La noche siniestra.

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Llegué a casa. El sol ya casi no estaba y la luz era muy baja. Estaba sola en casa, mis padres estaban fuera y no volverían en unos dias. Intenté relajarme. ¿Que podía hacer con ese... "Gato"? La bolsa estaba muy quieta desde el principio.

-¿Estará ... muerto?

Me acerqué despacio. Si estaba muerto Laura me acusaria de homicidio por ser capaz de lanzarlo por las rocas.

Abrí la mochila y el gato me saltó a la cara. Bueno, a la cara... Casi me llegaba hasta los codos.

Despues de dejarme la cara hecha un cuadro abstracto, el gato se tumbó en el suelo. Fui a curarme los Arañazos. El gato no estaba. Se había ido al sofá a dormir.

Cojí al gato en brazos y lo llevé al cobertizo que habia fuera. Esa noche habia niebla y habia viento. Todo se oía muy raro. Me di prisa y dejé allí al gato. Como en el fondo tengo buen corazón tape al animal ya que hacia bastante frio. Cerré la puerta con llave por el viento, ya que no es la primera vez que se rompe la puerta de las rafagas que hay. La verdad es que ser el dia de todos los santos no ayudaba. Me fui a la casa otra vez pero... alguen se acercaba.

Me cagué la pata abajo.

Sí, típica expresión mia.

Asi que entré corriendo y cerre todas las puertas y ventanas.

Alguien hablo por la ventana.

-Noelia! Somos nosotros! Raul, Ion y Yo!

Era Jose. Que susto. Les abri la puerta.

-¿Cómo es que habeis venido hasta aquí?

-Vimos que no leíste el mensaje. Enviamos un mensaje hace dos horas, algunos compañeros de clase van a salir por el pueblo, por si te quieres venir.

-Mientras no me tenga que quedar aqui...

-No nos ibamos a disfrazar... Pero si tu ya te has disfrazado no hay problema -Dijo gracioso Ion-.

-Son los arañazos de ese maldito gato del cobertizo.

Fuimos al punto de encuentro con los demas.

Los 7 SexybukaisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora